“No des vueltas al pasado, pues no lo puedes cambiar. Que no te agobie el futuro: no sabes si llegará, disfruta y vive el presente, no lo dejes escapar, porque una vez que se vaya ya nunca más volverá”. Anónimo.
“Hacerse adulto es aprender a vivir en la duda y a desarrollar, mediante la experiencia, su propia filosofía, su propia moral. Evitar el “prêt-a-penser”. Hubert Reeves (1932-?) Astrofísico canadiense.
Hay muchas maneras de entender, vivir y administrar nuestro tiempo y con ello nuestras vidas. En los dos pensamientos que encabezan esta reflexión tratan de resumir en dos visiones un tema complejo y personal. Por ello solo me limitaré a compartir una reflexión personal ,así mismo desde mi propia experiencia.
Disfrutando mis años dorados y como jubilado, aunque aún activo, ya no tengo la rutina diaria de horario y calendario de las actividades empresariales, académicas o de funciones públicas.
El ser dueño de mi tiempo o mejor expresado al tener la flexibilidad de organizarme me da otra visión y sentido de la vida con aires de cierta libertad y la riqueza de opciones de hacer muchas cosas de esa agenda de sueños y deseos incumplidos.
Pero por otro lado, hay muchos seres humanos desde niños, jóvenes y más con variadas edades que por circunstancias diversas de la vida, entre otras la falta de empleo, viven el día a día sin esos marcos referenciales de horarios y calendarios.
Esta realidad, en algunos casos y países, de numerosos miembros de nuestras sociedades, viven en la constante ansiedad e incertidumbre del buscar qué hacer con su tiempo, sin poder encontrar trabajo o no poder seguir estudios u otras actividades, engrosando las cifras de esa especie, en el caso de los jóvenes, conocidos como “ni-ni”, ni estudian ni trabajan. Los horarios y calendarios vacíos les llevan en muchos casos a la delincuencia, a la droga, el vicio, acabando con los sueños y la vida de muchos seres humanos en el mundo.
Salen, como en tiempos primitivos, a la caza de algo con que alimentarse, vivir y/o sobrevivir.
El mundo debe tomar conciencia e implementar acciones urgentes porque niños, jóvenes, y adultos mayores, por esos vacíos de vida, caen en la droga, el alcohol, la prostitución, la delincuencia y con ello mueren no solo ellos, sino también sus ciudades, países y en la suma nuestro planeta.
Las agendas de vida sin horario ni calendario, para quienes se realizaron en la vida y cuentan con medios de subsistencia, son para algunos encantadores y para otros aburridos y frustrantes, pero para los “ni-ni” y todos los similares son un infierno en vida.
Por ello creo que contar con un horario y un calendario en la vida tiene más beneficios que perjuicios y demos gracias todos los que tenemos nuestros horarios y calendarios llenos de actividades, pues ello nos revitaliza y nos mantiene más saludables, responsables, productivos, sociales y, en muchos casos, felices y realizados.