Trataremos de recordar a mis lectores, algunos de los más interesantes eslogans de los partidos políticos ecuatorianos, que calaron profundamente la conciencia popular y que les sirvió a sus dirigentes como estribillos publicitarios, en épocas de campaña electoral.
El C.F.P. (Concentración de Fuerzas Populares): “Pueblo contra trincas”, muy explotado por Don Assad Bucaram, en la etapa populista de este partido , con mucha fuerza electoral en la ciudad de Guayaquil y luego extendida en toda la Costa y Sierra ecuatoriana, aunque en esta ultima zona del país, sin mayor raigambre.
El F.R.A. (Frente Radical Alfarista): “Haré del Ecuador un país tan rico, como ricos son sus recursos naturales” y “Yo haré el milagro económico ecuatoriano”. Eslogans, empleados por el Ec. Calderón, en su campaña presidencial, para, de llegar al poder, mediante legislación, canalizar la riqueza petrolera a los sectores agrícolas y campesinos del país, a través de la acción directa hacia dichos sectores, por parte del B.N.F. (Banco Nacional de Fomento), para mejorar la producción campesina, y la redistribución de la riqueza por la vía tributaria.
El C.I.D. (Coalición Institucionalista Democrática): “A usted lo necesito” partido político fundado y dirigido por el Dr. Otto Arosemena Gómez que aspiraba, captar en su campaña política de Diputado del Guayas el voto del agricultor costeño, principalmente del arroz y del cacao.
Eslogan político “Completado” por el Sr. Assad Bucaram: “Para explotarlo con mis amigos los Banqueros”.
El P.R.E. (Partido Roldosista Ecuatoriano), Fundado y dirigido por el Ab. Abdala Bucaram Ortiz: ”El patán de noble corazón”, eslogan utilizado en la campaña electoral para la Alcaldía de Guayaquil.
Aqui terminamos estas cartillas que pretenden recordar épocas de la vida política-partidista ecuatoriana, en su accionar electoral y de participación en la legislatura, donde en aquellas épocas, sus miembros eran en realidad representantes populares y sus dirigentes esgrimían tesis políticas y tesis económicas que las debatían, unas veces en este recinto y otras en recintos externos, universitarios o en locales cerrados (cines), con asistencia de los partidarios de los debatientes, a quienes las autoridades trataban de darle las facilidades y seguridades del caso, para evitar algún desaguiñado propio de la euforia, de sus partidadrios.