La unidad es lo que muchos ecuatorianos cansados del gobierno de la revolución ciudadana y de la gran corrupción cada día más evidente aspirarían que se cristalice y funcione; pero que sea una verdadera unión de voluntades, que dejen de lado las aspiraciones individuales y prime el sacar al país adelante no sólo de la crisis económica sino también de la institucional.
El proyecto sobre que debe girar la unidad es la gobernabilidad; fundamental para la elaboración de un plan de gobierno que necesariamente debe hacer clip con la propuesta legislativa que reforme la Constitucion y logre desbaratar el nudo gordiano que en los 10 años de absolutismo ha fabricado el correismo.
Las encuestas que se manejan en la actualidad, demuestran que una gran porción de ecuatorianos está descontenta con la forma que el gobierno ha manejado la economía y llevado al país a una crisis galopante, no obstante, al no existir más de dos candidatos por el momento, lo que prevalece según las encuestas es la indefinición, es decir no saben aún por quien votar.
Mientras mayor sea el número de aspirantes a la Presidencia, el voto tenderá a diversificarse. El calendario exige que las inscripciones sean máximas hasta el 18 de agosto; fecha en la cual debería estar consolidadas y definidas las candidaturas.
Al parecer las diferencias entre la La Unidad y CREO son irreconciliables. Los objetivos entre el Pre Candidato Guillermo Lasso y los postulados que tienen en la denominada La Unidad no son muy diferentes, por lo que lo aconsejable para el país, sería que se logre unificar la candidatura presidencial y la lista de asambleístas; es un objetivo distante pero no imposible.
Hasta febrero del 2017 con seguridad el desempleo y la crisis económica se habrán acentuado; esta situación juega en contra del gobierno. Nadie duda de la capacidad de recuperación que ha demostrado Correa, pero las deudas y la corrupción seguirán aflorando en los próximos 6 meses haciendo reflexionar al pueblo.
Todo apunta a que no habrá ganador en la primera vuelta. En forma inexplicable el Correismo sigue teniendo un voto importante cuya única explicación está dada en el incremento de la burocracia y en una masa de la población que sigue confiando en que Correa es la solución, el redentor. La segunda vuelta deberá unificar a todos los candidatos dispersos en contra del absolutismo y la concentración de poderes, por lo que el panorama para los verdes Flex se les torna oscuro.
