Con extremada preocupación he leído el oficio MDN-GAB-2016-0732-OF, que circula en las redes sociales, supuestamente emitido por la “Subsecretaria de Gabinete Ministerial” del Ministerio de Defensa de fecha 2 de agosto en el que designa a civiles a diferentes Unidades militares y que cumplirán las funciones (entre otras) de “seguimiento y asesoramiento en el cumplimiento de normativa vigente (…)”. “Proceso de capacitación al personal militar de la Brigada en temas de equidad, cultura de paz y defensa como un bien público y otros temas que sean de interés del Ministerio”; el documento señala que las “Unidades deberán dar las facilidades para un espacio de trabajo con mobiliario y demás aspectos que requieran para el desarrollar su trabajo”, es decir que vivirán en el cuartel.
Esta disposición, de ser cierta, es gravísima, igual a los Comisarios del Ejército Rojo de la Unión Soviética que “se encargaban de monitorear la labor militar de los oficiales y velaban por la formación revolucionaria de las tropas”.
Para un mejor conocimiento transcribo un documento sobre el tema:
“Cuando Aleksandr Kerensky fue nombrado Ministro de Defensa en el gobierno provisional que reemplazó a la monarquía zarista en 1917, decidió que era necesario desarrollar un sistema de control para vigilar y mantener la disciplina en el Ejercito Imperial que poco a poco se desmoronaba y vigilar especialmente a aquellos oficiales que se mantenían leales al Zar. Por obvias razones el ejército era imprescindible, sobre todo para mantener el orden social que amenazaba con quebrarse y para evitar un posible contragolpe de Estado. Para cumplir esa función, Kerensky ideó formar un cuerpo de comisarios. Cuando Kerensky fue derrocado durante la Revolución de Octubre, el cuerpo de comisarios fue mantenido con el mismo propósito original, pero sobre todo para evitar la amenaza que el nuevo Ejército Rojo representaba para el nuevo Estado y en especial para el Partido Bolchevique.
Sin embargo durante el segundo Congreso del Soviet, que hasta entonces estaba constituido por representantes rusos estableció Comités Revolucionarios en los altos estamentos militares reemplazando los comisarios de Kerensky por comisarios leales al Soviet. En ese mismo congreso se le encargó la formación del RKKA (Rabotsje Krestjanskaja Krasnaja Armia) o Ejército Rojo de los Trabajadores y Campesinos a Leon Trotsky quien mantuvo el sistema de comisarios, adaptado a las nuevas circunstancias, con un la creación de una doble cadena de comando político y militar en todas las fuerzas armadas.
A partir del nivel de batallón hasta los más altos niveles de la estructura militar junto a cada comandante fue designado un comisario político o «politicheskii rukovoditel» o simplemente Politruks. Pero esa estructura no limitaba la designación de Politruks a niveles inferiores al de batallón. La doble autoridad hacía que las decisiones militares se convirtieran en un proceso de comité, lo que cualquier ejército lo considera una mala praxis por lo inconveniente, máxime cuando participan personas con limitado o ningún entrenamiento militar.
Funciones del Comisario
Desde su creación, las funciones del Comisario fueron supervisar a los oficiales y soldados, en especial a los oficiales que provenían del Ejército Zarista; vigilar las actividades políticas y militares de la tropa; realizar funciones de endoctrinamiento marxista-leninista; mantener el orden dentro de la rígida estructura revolucionaria e inculcar el fervor revolucionario promoviendo la competencia socialista.
Los comisarios informaban directamente a los comandantes militares y al comando del Partido. Esos informes los entregaban al comando de la unidad y al comando de la unidad inmediatamente superior. Por ejemplo, el comisario de una compañía informaba a su comandante y también al comandante del batallón, simultáneamente le informaba a su superior en la cadena de mando del partido y al superior del mismo.
Aunque los comisarios usaban uniformes iguales a los de sus contrapartes militares, el escalafón tenía diferente estructura. Los elegidos para el puesto de comisario eran miembros distinguidos del Partido especialmente seleccionados entre los más leales a la revolución y al Estado, por no decir ciegos y fieles seguidores de la doctrina comunista.
Los oficiales militares cualquiera que fuera su rango, no podían objetar la selección de los comisarios políticos, pero estos sí podían objetar a los militares y su desempeño. En ese sentido, un comisario podía rebatir una orden de un oficial militar, cualquiera que fuera su rango y hasta relevarlo del mando si fuera necesario. Sin embargo estaban suficientemente entrenados como para no abusar de ese derecho. La principal razón era que la sola presencia del comisario en la unidad obligaba a los oficiales militares a seguir al pie de la letra las directrices del Partido. Pero siempre el comisario político participaba en las reuniones de los oficiales al mando aún en combate o en prácticas de entrenamiento y emitía opiniones.
Los comisarios supervisaban las actividades de la tropa desde las primeras etapas de su formación, durante el entrenamiento básico y decidían las normas de educación política y endoctrinamiento que se les aplicaba. Era también función de los comisarios enseñar a leer y escribir a los reclutas y mejorar sus habilidades en tiro, prácticas de combate, ejercicios físicos, liderazgo etc. Los resultados eran informados directamente al superior en el comando del Partido.
Finalmente, los comisarios se ocupaban, juntos con el secretario del «Komosol» (Organización de las Juventudes del Partido Comunista), del reclutamiento de los jóvenes que no estaban inscritos como miembros del partido, asitiéndolos en la aplicación de las solicitudes de admisión. Esta actividad la realizaban también con la ayuda de propagandistas, agentes y conferencistas”.
Tomado del libro: “Soldiers in the Proletarian Dictatorship: The Red Army and the Soviet Socialist State, 1917-1930”.
La pregunta es: ¿Los Mandos Militares conocen esta orden que menoscaba la autoridad y la acción en los diferentes niveles de mando de las autoridades militares legítimas?
Se debería fortalecer a las FF.AA.,por lo menos hasta que termine el proceso de paz en Colombia, para detener posibles desplazamientos de indeseables a nuestro territotio
Se deberìa fortalecer … Nuestras Gloriosas Fuerzas armadas.. y no permitir que se inmiscuyan personal civil en las filas del Ejercito…que seria algo terrible para nuestro paìs ….. Es hora que se le enfrenten al al gobierno y no permitan mas abusos…..no pierder su autonomia……………
El ejercito tiene la función de defender la soberanía, son expresión de civismo y nacionalismo. defensores de la integridad territorial ..¡NOS SON VENDE PATRIAS! …debe depurarse de las filas cualquier informante que perjudique el interés nacional. su filosofía debe ser la de Athaualpa, Rumiñahui, Simón Bolívar,Antonio Jose de Sucre Sucre, Eloy Alfaro , Rafael Correa entre otros que han puesto en alto nuestra nacionalidad