“El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas, el inmigrante hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las oportunidades a su alcance”. Isabel Allende
“Europa no debería tener tanto miedo de la inmigración: todas las grandes culturas surgieron a partir de formas de mestizaje”. Gunter Grass
“No señor, el problema no es la inmigración, es la educación, ser distinto no es ser inferior”. El Chojin
“El Planeta Tierra pertenece a todos los seres humanos. Se desarrolló con las migraciones y deberá proyectarse a sobrevivir con el manejo inteligente, responsable, equilibrado y justo entre todos los pueblos”. Joseph Garzozi Buchdid
Con lo expresado en los cuatro pensamientos anteriores, que reflejan diferentes visiones sobre las migraciones en el Siglo XXI, originadas por varios procesos que las generan: guerras, conflictos, dictaduras, persecución políticas, hambre, crisis económicas, catástrofes naturales y más, podemos tratar de reflexionar sobre estas crisis que afectan a todo el planeta.
Con algunas cifras obtenidas de www.pewglobal.org vemos cómo desde 1990 al 2015, es decir en 25 años, muchos de los habitantes de varios países, algunos de los cuales menciono, no son nativos de estos países. Comentaré las cifras de ciertos países de las Américas y Europa.
Estados Unidos receptó ,en el período indicado, 46´630,000 inmigrantes, es decir, la población total de España, en la actualidad
Canadá 7´840,000; Argentina 2´090.000, (de ellos 680.000 son paraguayos, 420.000 bolivianos y 210.000 chilenos); México 1´190.000, Brasil 710.000, 470.000 Chile, 420.000 Costa Rica, 390.000 Ecuador y 90.000 Perú. En el caso de Costa Rica 300.000 corresponden a migrantes de Nicaragua y en el del Ecuador 190.000 a colombianos.
Las cifras de Europa son: Alemania 12´010.000, Reino Unido 8´540.000, Francia 7´780.000, España 5´850.000, Italia 5´790.000.
En la fuente indicada, pewglobal.org, pagina global artículo: “Origins and Destination of World´s Migrants, from 1990 – 2015”, encontrarán una detallada información por país.
Revisadas las cifras es inevitable reflexionar y preguntarse varios aspectos de las migraciones. La primera, ¿cuál es el balance positivo o negativo de la presencia de los migrantes en cada país?, ¿cómo afectó a su economía?, ¿cómo compensó en algunos casos, los vacíos dejados por los emigrantes de cada país, que salieron?, ¿cómo compensó en otros, la falta de mano de obra o la baja natalidad y el crecimiento negativo de los mismos?
Sin estos migrantes, cómo muchos países podrían trabajar y cosechar sus productos agrícolas y otros trabajos que los nativos no realizan. En el caso de Estados Unidos, por citar un ejemplo, parte de su fortaleza económica, su globalización e influencia mundial, entre otros aspectos se debe a los migrantes, su multiculturalidad y diversidad raciales son sus grandes fortalezas. Los migrantes, en Estados Unidos, crean intercambios comerciales con sus países de origen, transportes, modas, creatividad, inteligencia, conocimientos ancestrales, lenguas y mucho más. Eso genera y multiplica la riqueza americana, no solo económica, también cultural, teniendo siempre en casa (Estados Unidos), quien hable el idioma de cualquier país, proporcionar información del mismo, establecer contactos, desarrollos y más. Estados Unidos en 25 años de migraciones incorporo un país,con la población actual de España, a su mercado, en su territorio.
Sin los migrantes Estados Unidos no sería la potencia que es, ni contaría con tanta valiosa información, tan necesaria en esta era del conocimiento.
La otra lectura, que no conozco que se haya realizado, es la basada en lo expresado en el primer pensamiento de Isabel Allende, la diferencia entre exiliado y migrante.
La realidad ahora es que hay una fusión. El exiliado es un emigrante involuntario que sabe que su país no tiene futuro por las guerras, conflictos, dictaduras, catástrofes o más y que debe encontrar y desarrollar su vida en un nuevo país, para muchos un nuevo mundo, igual a los que encontraron los europeos y otros en las Américas y aportar, superarse e integrarse en los países anfitriones.
En esto último radica la crisis actual, más que dar, hay que enseñar y la colonización actual se ha revertido haciendo que los países colonizadores de los anteriores siglos, sean colonizados en sus propios países por los que en su día fueron sometidos por ellos. Europa tiene pendiente la más grande asignatura de su historia, para poder seguir haciendo historia, sin que sean sus ex colonias las que la escriban. No se trata solo de política o ayudas, se trata más de estrategias, normas y leyes, integración y sistemas de educación, adaptación y capacitación para superar el caos, los odios, la intolerancia y la confrontación que abren la puerta a nuevas guerras.
Este es el desafío de muchos países en el mundo del siglo XXI.
