21 noviembre, 2024

Proyecto de vida: ¿Es posible?

¨La vida adulta son los sueños de la juventud hechos realidad¨. Nos enseñaba hace algunos años José Ignacio Mendoza, SJ, el padre Pepe, como le decían, consolidador de los proyectos de campamentos CEC, CEFA, CEL (Campamento Excursionista Capdevielle, Campamentos Excursionista Fe y Alegría, Campamentos Ecuatorianos Loyola). Su vida fue un ejemplo de ello. Soñó en servir a los jóvenes educándolos y lo consiguió y muchos años después de retirado sigue inspirando con su obra, los campamentos, con sus frases del Para Ti Joven, con su sonrisa y su mirada tierna y misteriosa que se abandona en el horizonte del tiempo y la espera.

Hoy muchos adultos discutirían las frases del padre Pepe, y eso es bueno. Se trata de pensar, de reflexionar sobre la vida y sus oportunidades, de recorrer tu propio camino, pero con criterio. Unos dirían que la vida adulta es producto de las circunstancias, de lo que se ha podido conseguir. Tantos profesionales que hoy se dedican a otras cosas para lo cual no se formaron, ¿de qué sueños me hablan? La realidad es lo que se puede conseguir y muchos veces a base de mero esfuerzo, aplastando a otros, vendiendo lo mejor de uno, apostando por lo que es posible más que por lo ideal.

La vida es corta, es una realidad indiscutible, por ello hay que saberla vivir dice el vividor, hay que saberla valorar dice el sabio y dar las prioridades a todo aquello que nos hace humanos, que nos hace crecer, que nos hace solidario, que nos da paz, que nos hace grandes. Es necesario pensar en SABER ARMAR UN PROYECTO DE VIDA.

Ante todo, un proyecto comienza con sueños e ideales: qué deseo ser, qué aspiro. El mundo de lo humano es tan complejo, tan fácil de engañarse, de armar castillos de papel, la confrontación es necesaria. Ya no me convencen modelos antiguos, quién sabe si hay modelos, a lo mucho un horizonte que suele ser inalcanzable, pero permite caminar. Importante clarificar el mundo de la subjetividad, voluntad, deseos y sentimientos para medir su calidad y posibilidad. Pero el soñar, el ver más allá es lo primero. Pintores, poetas, escultores, visionarios empresarios comenzaron con un sueño, que lo tuvieron que confrontar, armar, concretar, y sobre todo evaluar.

La vida humana no es recomendable parametrizarla, no se la puede armar como se arman los proyectos hoy en día tan necesario para emprender un negocio, para dar una asignatura. La vida tiene su misterio que no es magia, pero sí una combinación de sorpresa y reflexión, intuición y razón que en su dinamismo vital mantiene la tensión y no se la puede encasillar. Sin embargo, ayuda a tener en cuenta cómo se arma un buen proyecto para conseguir sus objetivos. La comparación es necesaria y válida, teniendo esta salvedad. Veamos, entonces, los seis criterios que nos ayudan a saber armar un buen proyecto, aprendiendo nosotros a ver más allá cunado hablemos de lo humano.

Un buen proyecto debe tener, dicen los expertos, seis características: 1) autenticidad, los proyectos utilizan contexto del mundo real y son significativos. 2) debe tener rigor en su argumentación, organización, presentación, base científica, teoría o hipótesis de búsqueda. 3) el Aprendizaje que surge es aplicable, exigen competencias y trabajo en equipo, resolución de problemas, comunicación, 4) Implica una Exploración Activa van más allá de un aula, de una mera conveniencia puntual, implica trabajo de campo, prácticas, exploración en la comunidad, en la convivencia. 5) Implica a los adultos, no solo cuando un joven hace un proyecto como tarea, ni cuando busca su carrera, sino para concretar sus sueños y deseos deben confrontarlos, consultarlos con un adulto, 6) hay que Evaluarlos, como la vida, continuamente, para mejorarlo, para no caer en la rutina, para aprender.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×