Al capitán francés Alfred Dreyfus, falsamente se le acusó de entregar información al enemigo, enjuiciado por traición a la patria, dado de baja y degradado en forma deshonrosa, fue condenado a perpetuidad a la Isla del Diablo. Descubierta la maniobra, Dreyfus fue declarado inocente y reincorporado al Ejército.
En nuestro país, al capitán de corbeta de la Infantería de Marina Edwin Ortega, se le acusa que “a través de su correo electrónico habría realizado un acto de manifiesta indisciplina contra un superior como lo es el Presidente de la República”. Además se ordena al Ministerio de Defensa, pida al consejo de disciplina que a la sanción que se imponga al capitán Ortega se le aplique dos agravantes: “la jerarquía del ofendido, que en este caso es la ‘máxima autoridad’ de las Fuerzas Armadas; y la vigencia de un estado de excepción”, declarado a raíz del terremoto de Manabí y Esmeraldas.
El Consejo de Disciplina Militar, conformado por cinco oficiales superiores de la Armada, inadmitió a trámite la denuncia planteada por el Ministerio de la Defensa en contra del capitán Ortega.
Correa al informarse del fallo, ardió Troya, de inmediato sentenció: «Estos soldados antipatrias tendrán que salir de las Fuerzas Armadas”, haciendo caso omiso a la Constitución que en su Art. 160 dice: “(…). Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional estarán sujetos a las leyes específicas que regulen sus derechos y obligaciones. (…). Los miembros de Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional sólo podrán ser privados de sus grados, pensiones, condecoraciones y reconocimientos por las causas establecidas en dichas leyes”.
El asunto no quedó ahí, el Presidente planteó un recurso de protección, sosteniendo que la inadmisión declarada por los miembros del Consejo de Disciplina vulneraron su “derecho constitucional a la seguridad jurídica” y “que se ratifique que el Presidente de la República es la Máxima Autoridad de las Fuerzas Armadas, Superior Militar y Jerárquico, correspondiéndole el primer escalón de mando, según ordena el numeral 16 del artículo 147 de la Constitución, y artículo 3 de la Ley Orgánica de la Defensa Nacional y que, por lo tanto, constituye una Autoridad Superior de cualquier miembro de Fuerzas Armadas, para los efectos de la falta disciplinaria establecida en el artículo 36, letra b) del Reglamento Sustitutivo del Reglamento de Disciplina Militar”.
Como no podía ser de otra manera (crónica de una muerte anunciada), la jueza Vanessa Wolf en cuatro minutos resolvió aceptar la acción de protección presentada por el presidente Correa y dejar sin efecto el fallo del Consejo de Disciplina que absolvió al capitán Ortega, por lo tanto a partir de la decisión de la Jueza, el Presiente Correa pasa a ser “Superior Militar y Jerárquico, correspondiéndole el primer escalón de mando”. Frente a esa decisión de la Jueza, se debería reformar la Ley de Personal de las FF.AA., para que sobre el General de Ejército, Almirante y General del Aire, se crea el grado de Mariscal, Capitán General o como Francisco Franco, Generalísimo “por la gracia de Dios”.
La víspera del fallo de la jueza de marras, circuló por las redes sociales la disposición de la Gobernación del Guayas para que los burócratas asistan a la audiencia: “Compañeros es importante que todos entendamos que en la audiencia de mañana se sentará un precedente sobre el poder civil, frente a la institución militar; estamos jugando históricamente la posibilidad de ubicar a ciertos desorientados mandos militares” y con total descaro: “Como indica el señor Gobernador, debemos asistir como ciudadanos, sin camisas verdes, sin chalecos ni identificaciones de servicio público”.
Tal como van las cosas, esto se va pareciendo a Venezuela en donde se han creado grupos de garroteros que son guardias de choque como las llamadas células de “militantes revolucionarios” (bandas callejeras armadas) y las Redes de Movilización Inmediata (REMI) que las utilizan para amedrentar violentamente a quienes considera sus adversarios.
Por último, el presidente Correa señaló: “Que esta actuación de los militares que le respondieron es parte de una pugna política destinada a desequilibrar la democracia y exhortó a la sociedad a salir a las calles a defender la República. Aquí me juego la vida. ¡Vístanse de patria!”, esto es más o menos como que el incendiario, que además atiza el fuego, llama a los bomberos.
Todo esto nos hace pensar que el debilitamiento y posterior abolición de las históricas Fuerzas Armadas está en marcha y se daría paso a las milicias populares, cuya única lealtad es al gobernante que pretende perennizarse.
Durar, permanecer, perpetuarse y sucederse a sí mismo, esa es la estrategia del totalitarismo.
En Bolivia han creado el «INSTITUTO MILITAR ANTI-IMPERIALISTA»,para indoctrinar a los soldados para el comunismo y parece que vamos por el mismo camino.es para mi, una manera de protegerse a futuro y perpetuarse.
no puedo dar un comentario sin estar seguro de no ser amenazado……..esto es una pugna polìtica y ganarà quien tenga, no la razòn sino la fuerza. A un ìntimo amigo mìo, por hacer comentarios que no gustaban al gobierno actual fue amenazado por un ciudadano, aparentemente, cubano…….asì que «tenemos razòn pero vamos presos»…….quièn nos sacarà de este remolino?
Artículo muy claro y acertado. El ejemplo de la injusticia cometida con el capitán francés Alfred Dreyfus, y su inmediata absolución, es un buen ejemplo. Dudo que un manifiesto como el «J’accuse» de Émile Zola, salga a la luz para inocentar al capitán Ortega, dada la escuálida libertad de expresión, y la auto censura por la que pasan los diarios ecuatorianos. De todos modos su artículo es una luz al final del túnel.
Aprovecho para decir que la comparación calamitosa que hace el nuevo generalísimo, con respecto a la sanción recibida por el Marine americano Sgt Gary Stein, es engañosa y malhadada. El sargento fue dado de baja, pese a las múltiples advertencias de sus superiores, por mantener una página en Facebook llamada «Armed Forces Tea Party» En esa página se insultaba a diario al presidente Obama, pero no fueron los insultos lo que provocaron su caída, sino su insistencia en tomarse el nombre de las FFAA, para hacer política. Algo estrictamente prohibido por el reglamento interno de las mismas FFAA. nada que ver con el caso del capitán Ortega.
Hace 10 años y diria que antes que se posecione este «gobernante» se dijo que todo esto sucederia, lo han ido implementando lentamente y cada dia avanzan mas.
Soluciones?
LLamar a las calles, desobediencia civil, todo será inútil si no vamos unidos y en mayoria, estos gobernantes son cinicos sinverguenzas mentirosos y el pueblo ignorante creera sus mentiras.
El tiempo de educar al pueblo esta perdido, porque ahora ellos lo van a impedir.
La pelea que se viene es dura y se requiere de sacrificio unidad y patiotismo,
Recuperar la libertad no va a ser fácil, como dijo Churchil esto va a costar sangre sudor y lagrimas.