22 noviembre, 2024

A otro perro con ese hueso

Está circulando un video en redes sociales que demuestra una clara instrucción militar a civiles, completamente reñida con nuestro ordenamiento legal vigente. Las Fuerzas Armadas tienen la capacidad legal de brindar instrucción militar a civiles cuando estos se someten voluntariamente al servicio militar; o a impartirla a aspirantes a la carrera militar, en la que los preparan profesionalmente para cumplir las funciones inherentes a su cargo.

El Código Orgánico Integral Penal tipifica como delito la instrucción militar ilegal y sanciona a “la persona que imparta o reciba instrucción militar sin permiso de la autoridad competente”, con pena privativa de libertad de seis meses a dos años. Querer disfrazar este video llamándolo “pícnic, curso de defensa personal, taller de oratoria” entre otros, es iluso e insultante a la inteligencia de los ecuatorianos.

El fiscal general lo calificó como “un grave delito que atenta contra la seguridad interna del Estado”, por lo tanto amerita su actuación objetiva e independiente para aplicar todo el rigor de la ley sobre los infractores. Es alarmante que se adiestre a civiles en tácticas de choque para arremeter contra otros civiles, simulando como escenario de esa posible batalla la Plaza Grande, frente al palacio de gobierno. Es inadmisible y bárbaro que siquiera se les haya ocurrido tan deplorable acción, que puede desencadenar en la formación de grupos subversivos que traerán caos y desorden sin límites.

Es absurdo que mientras otros países están por terminar con estos grupos civiles armados, después de largos años de acciones sangrientas entre hermanos de un mismo país, en el nuestro comiencen a promover la formación de grupos con similares intenciones.

El delito no es subir el video a las redes sociales, el delito es impartir entrenamiento militar a civiles sin la investidura legal pertinente, con consecuencias nefastas y de incalculable daño social.

¡Qué pícnic ni qué oratoria! ¡A otro perro con ese hueso! Queremos escuchar al fiscal determinar responsables de semejante delito contra la paz y la seguridad interna del Estado.

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Varias autoridades intervinieron para evitar la apropiada sanción que inicialmente impuso la directora del plantel y dejarlo pasar, cómo ya se hizo, con un: “Eso pasa todos los días y no deben ser castigados.”

No piensen en la moral como aquellas prohibiciones impuestas. Sino más bien, que se trate de vivir y desarrollar nuestras vidas en el amor a la dignidad propia y al prójimo.

La moral continúa siendo la conciencia de libertad propia del ser humano, a través de la cual sus actos son juzgados como buenos o malos. Y tengo que dejar mucha tela de cortar para explicar con precisión por qué el desenfreno es dañino para la juventud; en realidad para todos.

3 comentarios

  1. Ciertamente, es más que obvia las intenciones de este «llamado picnic». Esperamos que se pronuncie el fiscal señalando cómplices y autores intelectuales de esta situación que lo que hace es fomentar la violencia entre los ecuatorianos.
    Un rotundo NO a la violencia, a los enfrentamientos innecesarios entre hermanos y países vecinos.
    ¿Hasta cuando con el barbarismo?

  2. Ofende la inteligencia de un tonto la respuesta de los implicados en este delito.

    La revolucion avanza y a paso firme, no importa lo que digamos, el papel aguanta todo, y esta es una republica de papel, rumbo a tener como capital La Habana igual que venezuela.

    Los Ecuatorianos estan dormidos, se les esta quitando todo y no reaccionan, por menos se defenestraron a otros.

    Nadie hace nada, con el cuento de no romper el orden democratico, no se dan cuenta que la constitucion ha sido violada un sin numero de veces.

    Cada sabatina se hace gala de ignorancia y atropello a todo aquel que difiere de su pensamiento.

    Este es un gobierno de alcahuetes, entre ellos se solapan todas sus satrapacerias, titeres de la Habana toooodos los que hacen este desgobierno

  3. Comparto le expresado por la autora, Diana Acosta: a otro perro con ese hueso. No debemos quedarnos conformes, se debe investigar a fondo. ¿Quiénes están realmente detrás, entre bambalinas?

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