En al menos un par de artículos editoriales he escrito acerca de la probable alineación de las diversas fuerzas políticas para estas próximas elecciones, llegando a la conclusión de que será muy cuesta arriba lograr el candidato de consenso para enfrentar al del partido de Gobierno.
Ahora, luego de haber visto tanta agua correr bajo el puente, estoy convencida de que no va a ser posible lograr ese objetivo. Los intereses personales y ansias de poder alejan esa posibilidad, atentando mortalmente contra el proyecto de aglutinar todas las fuerzas políticas en aras de tener el candidato único de oposición.
La cantidad de frentes que ahora proponen sus propios candidatos nos lo dice todo. El partido de Gobierno debe estar muy cómodo viendo cómo se inclina la mesa a su favor, merced del comportamiento de la oposición y la proliferación de candidatos. Es cierto que algunos de ellos son nombres lanzados sin opción electoral alguna y solo por el simple hecho de tener alguien a quien mostrar como carta electoral, sin embargo, hay otros con serias aspiraciones y que sí están siendo considerados para participar en la próxima lid electoral.
Me imagino los detalles que estarán por discutirse para lograr el cada vez más lejano aglutinamiento y apoyo electoral de los diversos grupos políticos, por ejemplo, quien será el binomio, en qué provincias cederán asambleístas, quiénes serán estos candidatos, qué tareas y responsabilidad tendrán en las próximas elecciones, sin siquiera llegar aún a tratar quienes serán los favorecidos con ministerios y otros cargos de poder.
Si se atomizan los candidatos de la oposición se atomizan de igual manera sus votos, situación que juega perfecto a favor del partido de Gobierno. Y un tema crucial que no se debe olvidar es el control electoral que debe ser muy bien organizado y ejecutado el día de las elecciones, ahí todo puede pasar, tanto en primera como en segunda vuelta.
Ya en la segunda vuelta, quieran o no, las fuerzas de la oposición darán abierta o veladamente el apoyo al “candidato de la oposición” y entonces “habemus” nuevo presidente.
Que triste y que verdad tan grande.y lo mas probable es que si el partido de gobierno aglutina un 35% de votos en la primera vuelta, el consejo electoral maniobraria para eliminar la segunda vuelta y de esa forma quedaria burlado el soberano.
De esa forma todos los participantes, movimientosy partidos politicos, seran eliminados por no tener un minimo de representacion, y asi se entra en un circulo vicioso de matar y crear movimientos para darles vida juridica.
Esa es la ventaja que tiene el que gobierna en una republica de papel.