“No sirve de mucho decir ideología dominante, pues es un pleonasmo: la ideología no es otra cosa que la idea en tanto que domina. Pero yo puedo enriquecerlo objetivamente y decir: ideología, arrogante.” Ronald Barthes
Desasimiento es la capacidad personal para desapegarse o desprenderse de sucesos de la vida o de objetos y pertenencias.
Vivimos en un mundo opuesto a esta capacidad o sentimientos. En el caso último de los sentimientos, no aceptamos a las personas tal como son, sin intentar cambiarlas o tratar de conocerlas para mejorar las relaciones.
Desasirse es la capacidad de no dejar que una situación, por dramática que nos parezca, nos domine. Admitir con humildad que no somos perfectos y que nadie lo es, ni lo será.
El tener una visión de conjunto para valorar las situaciones, evitando pequeños detalles que nos afectan y valorando lo importante. Aprender que no se puede ni debe controlar todo, saber delegar, dar, olvidar y perdonar.
Esto a grandes rasgos y en resumen, es lo mínimo que esperamos de nuestros gobernantes.
Quien gobierna debe tener conciencia de que no es perfecto, que no puede tener siempre la razón ni que todos deben someterse a sus criterios, órdenes, rabietas, aceptando sus improperios, abusos ni errores.
Quienes carecen de desasimiento no pueden gobernar pues se convierten en dictadores, tiranos que arruinan a sus países, dividen a la ciudadanía y con su falta de capacidad para desasir, de su afecto al poder, al complejo de superioridad y de su infalibilidad destruyen vidas, familias personas, instituciones y por supuesto países.
En lo personal, destruyen sus vidas y las de los que lo rodean. La falta de desasimiento impide a las personas desprenderse de objetos, hábitos y criterios. Asi tenemos hoy en día a muchas personas aferradas a sus teléfonos celulares y a todo lo que conlleva su uso en hábitos de comunicación, imagen, información, etc.
Esto crea otra forma de dominio social, político, intelectual y de consumo, que está llevando al mundo a conflictos impredecibles, a nuevos problemas emocionales y de personalidad. Debemos aprender a utilizar el desasimiento a desechar lo negativo, a superar los dolores, a terminar con los malos gobernante y sus gobiernos, sus abusos, su corrupción, su intolerancia.
En lo personal desasirse es, además, aprender y ser capaz de no dejarse dominar por una situación, aunque sea dramática. Tener la capacidad de ver el lado bueno de las cosas y de las lecciones que podemos aprender de cada situación.
Hay que desasirse para tener tiempo para aprender a conocerse y quererse.