Yo si le creo a la Pierina

En uno de los noticieros de la TV de Guayaquil, escuche que doña Pierina Correa Delgado, -hermana del Presidente del Ecuador y Presidenta de la Federación Deportiva del Guayas (F.D.G.)- le explicaba al periodista que la entrevistaba, respecto del famoso “affaire” de los pases, traslados y asensos del la Policía Nacional del Guayas, cuyo comandante pretendió justificar, los valores que al interior de esa dependencia policial, se cobraban para lograrlos, según denuncias llegadas al señor Fiscal de la Nación, sobre ese enriquecimiento ilícito.

Supuestos e ilegales cobros que, los familiares y/o, los propios policías pagaban para que se concreten, bien sea, por merecimientos o solicitados por razones de orden familiar, pues es muy común que en el cometimiento del servicio policial, ciertos policías vivan en un lugar distinto y en ocasiones lejanos, al de sus familias, que generalmente viven en la capital o en otras ciudades importantes de dicha región, que se prologaban en exceso en el tiempo, siendo como es, la carrera del policía, de no muy larga duración.

Esta supuesta ilegalidad, que se hizo pública en los medios de comunicación, fue justificada por el Comandante de este Reparto Policial del Guayas, quien en declaraciones del proceso investigativo que se lleva efecto, en algún juzgado de esta ciudad, involucro -con ventilador- a Ministros de Estados, a altos Funcionarios Públicos y Privados y entre ellos, a la señora Pierina Correa Delgado, que para demostrarlo, exhibió en las pantallas de la TV, una comunicación con membrete de la Federación Deportiva del Guayas, en la cual la señora Correa, le corría traslado a dicho Comandante, de una petición de una esposa de un Policía, que le había solicitado, interponga sus buenos oficios, para que el traslado de su marido se de oportunamente.

Quienes hemos estado en funciones relevantes, o en el ejercicio profesional o en la Cátedra, lo que mas hemos recibido, son este tiipo de peticiones, de jóvenes y no tan jóvenes, solicitando empleo, o traslado, en los lugares donde trabajaban, si es que tenían trabajo.

No es justo negarse a realizar una gestión de esta naturaleza, que normalmente no se logra, sino que simplemente se cumple, como una especie de deber moral, de los que tienen un puesto de trabajo, sobre todo gremial, hacia quienes solicitan este tipo de pedidos. Luego, los dirigíamos hacia quienes están en condiciones de poder hacerlo, jefes o gerentes de personal -en ese entonces- hoy, llamado, Gerente o Jefe de Oficina de Reclutamiento del “Talento Humano”, para que, de considerar justa la petición o excelente el curriculum remitido, sea dicho funcionario y nadie mas que él, el que decida, con su equipo de trabajo especializado, en tales áreas de selección y/o, de mejoramiento laboral. Y ahí terminaba la gestión humanitaria.

En ocasiones, una buena carpeta, con un buen Curriculum Vitae (C.V.) y con excelentes recomendaciones son, muy útiles estos pedidos y solicitudes, cuando no se tiene a la persona indicada para cubrir una posición en una estructura corporativa, en los llamados archivos o “Bancos de Personal”.

Volviendo al tema de esta carta, el Comandante de la referencia, pretendía justificar al interior de la Institución o fuera de ella, no lo se, tales cobros ilegales con dichas recomendaciones o peticiones de traslados, que le habían hecho llegar los altos funcionarios solicitantes, o simples y conocidos ciudadanos.

Son dos cosas diferentes, el hacer este tipo de solicitudes, en ocasiones trasladadas, de carácter humanitario, para quienes bien podrían beneficiarse o no, de un ascenso en un trabajo, que aprovecharse de esa situación o circunstancia , para lucrar ilegalmente, -quien, no lose- antes de proceder a ejecutar, el traslado o el ascenso, que ya tenia y no llegaba, un buen compás de espera.

Así lo entendió el Ministro del Interior, haciendo la diferenciación de una u otra cosa, como también lo entendió con claridad meridiana la ciudadanía.

El Fiscal General de la Nación, ha tomado cartas en el asunto y ha iniciado la investigaciones respectivas, para seguir con el proceso de depuración de ciertos malos elementos, que no faltan en las Instituciones Publicas y/o privadas, sobre todo en el Area de Personal.

Que quede claro, que no son las Instituciones las corruptas, sino exclusivamente ciertos elementos incrustados en ellas. Que tratándose de una institución cuyo deber es cuidar los bienes y la seguridad de las personas, no cabe, no podría caber, que existan dañados elementos que lucran de la situación de espera o de urgencia, de los miembros que la componen.

Indicaba también la señora Pierina Correa, que, “ni siquiera le he hecho el seguimiento” con lo cual lo decía todo, que me respalda mi aseveración, por haber ejercido funciones en areas de personal. Transcrito, en el titular de esta carta “YO SI LE CREO A PIERINA”.

Adicionalmente, debo indicarles que conocí a la señora Pierina Correa Delgado, hace algunos años, en la despedida de una compañera de trabajo, muy amiga de la Sra Pierina Correa, que partía para el exterior, que no volverá en muchos años, que realiza una excelente labor en algún Consulado del Ecuador en los Estados Unidos, y no hace mucho, un amigo común, al que me acerque a saludarlo, mientras me tomaba un café con mi esposa, en uno de los agradables Cafés de la Av. Samborondón, este amigo, me la presento (me dijo), te presento a la Ing. Pierina Correa. Al escuchar su nombre, le indique, yo si soy amigo de Pierina Correa, salude con ella, cruce un par de palabras, y me retire a acompañar a mi esposa, que estaba sentada en otra mesa no muy distante, que me esperaba, con una muy buena taza de café ecuatoriano.

De buenas intenciones esta empeorado el camino del infierno. Es mejor en ocasiones como las narradas, indicarles a tales peticionarios desconocidos, amigos o parientes, que en sus curriculums, nos pongan como referencia. Así, si nos llaman los seleccionadores o las personas indicadas, podríamos explicarle si se trata de un favor de conciencia o de un excelente empleado, pariente o no, que necesita un traslado, un asenso o un puesto de trabajo, sin ningún compromiso de parte alguna.

La gente ya cambio y en ocasiones, es válido aquella frase clásica de un celebre cómic mexicano “Abusan de mi nobleza”…