21 noviembre, 2024

Santos y la jugada maestra

El Comité Noruego del Nobel acaba de otorgar al Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos el premio nobel de la paz 2016 por su contribución y liderazgo a firmar la paz con las Farc, poniendo fin al conflicto guerrillero más largo de América. El premio fue anunciado el viernes 7 de Octubre apenas días después del resultado del referéndum en el que el pueblo colombiano convocado dijo “no”, dejando los acuerdos firmados entre Santos y el líder guerrillero, en un verdadero laberinto, otorgándole protagonismo al ex presidente Uribe, enemigo de los acuerdos de paz y enemigo de Santos, además.

Voy a  intentar poner una lupa a estos acuerdos pero no a sus contenidos y complicaciones legales a los que ahora está sometido, sino a las fechas estratégicamente colocadas para determinar que la firma de este acuerdo más que llegar a la paz con las farc, lo que buscaba era la concesión del Nobel para Santos, ofreciéndole así una victoria política sin precedentes ante Álvaro Uribe: humillándolo, aplastándolo, poniéndose superior ante quien está  lejos o es casi imposible obtenga tal distinción.

Santos y la diplomacia colombiana realizan una jugada maestra al conseguirse para ellos el premio. Todo fue puesto meticulosamente en fechas precisas y matemáticamente perfectas para obtener en el momento perfecto el famoso premio. Las fechas de las distintas y complejas discusiones fueron cumpliendo tal un reloj que va marcando los tiempos, las horas y los horarios para que todo esté listo para Septiembre de este año y coincidir tanto con los postulantes que este año sumaron un total de 376 nominaciones que incluyeron a 228 individuos y 148 organizaciones. La cancillería de Santos se movió con la precisión de la exactitud para dar a conocer al Comité Nobel en Oslo todo lo pertinente sobre los avances de las conversaciones, tomando en cuenta  que la capital Oslo, fue sede las conversaciones de paz y Noruega es garante del proceso. Es decir, incluyeron a los noruegos en el proceso y los convirtieron en juez y parte.

¿Cuánta gente de la cancillería colombiana, partidarios de Santos, embajadores amigos prestaron y presentaron sus influencias para indicar, recomendar, sugerir a los noruegos que el mejor mocionado para recibir el galardón de la paz era Santos? Santos coloco las fechas oportunamente y nos hizo mover a todos los interesados en el proceso de paz de acuerdo a sus conveniencias y estás eran la obtención del aclamado premio después de la firma de paz, después del referéndum ratificante y después de la victoria del No. Es decir Uribe aparece sonriente ante el triunfo del No y ahora tenga que revirarse y retorcerse ante el otorgamiento del nobel de  la paz  para Santos su enemigo, su muchacho rebelde, el presidente que no le hizo caso, Santos su ex ministro de Defensa pero que ahora comparativamente, Santos es inmortal con su premio tras el hombro y él, Uribe, en la soledad de tener que verlo insuperable  y además saludarlo y hasta felicitarlo por la obtención del reconocimiento.

Sostengo que desde el inicio de las  negociaciones  alguien o algunos quizás se dieron cuenta que el  Premio nobel podían obtenerlo en el momento preciso y oportuno, tal como ocurrió. Nada fue casual ni espontaneo. Allí ocurrió que los europeos han tenido ese sueño de las guerrillas heroicas y revolucionarias de América latina con el Che y todo ese cuento. Las farc no jugaron jamás a ser combatientes populares sino se constituyeron en fuerza de violencia, extorsión, terror y muerte. Aquí tuvimos bastante tiempo para verlos tal cual son pero Europa los trató como fuerza beligerantes y muchas otras fantasías políticas.

Todo estuvo perfectamente calculado. Las conversaciones, el fin de las negociaciones, la exhibicionista y suntuosa ceremonia de la firma de la paz con grandes invitados, las cadenas mundiales de tv transmitiendo el evento, esto fue el 26 de Septiembre; el 2 de Octubre el  referéndum, luego el resultado del No y seguido la concesión del premio. Sí alguien me dice que es casualidad, le digo que todo fue en las fechas precisas y eso no fue casual sino intencional, para obtener el premio, asegurado antes ya por las hábiles gestiones de cónsules y embajadores que querían complacer al presidente Santos en su  derrota final a Uribe.

¿Le importa la paz a Santos? A Santos le importa la paz con las Farc pero está demostrado que más le importa obtener la paz con las farc derrotando a Santos y convirtiéndose en inmortal por su triunfo con la paz, sobre Uribe teniendo el segundo premio nobel para Colombia lo que será recordado quien sabe hasta el final de  los tiempos. Santos obtuvo lo que muchos poderosos buscan y quieren: ser recordados hasta la inmortalidad. Evidente, Santos es más inteligente que Uribe.

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3 comentarios

  1. UN PREMIO QUE SE OTORGA CASI OBLIGATORIAMENTE CADA AÑO, NO TIENE LA RELEVANCIA QUE DEBERÍA, «TODO LO QUE ABUNDA SE ABARATA»

  2. Premio que se convierte en verguenza, para el que lo recibe y el que lo otorga, lo que ud muy claramente escribe ya apestaba, y al proclamarlo le quita el valor que los Colombianos otorgan a los premios nobel, gran distancia entre Gabo, y Santos con su truculento Nobel

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