Los hechos irregulares que estallaron en los últimos días en Petroecuador son la punta de un iceberg cuyo tamaño parece ser de grandes proporciones. ¿Hasta dónde llegará la metástasis en esta empresa de descomunales ingresos?
En artículos anteriores mencionaba la proliferación de los nuevos ricos, justamente engendrados por transacciones y operaciones de dudosos antecedentes. ¿Por qué las autoridades tardan tanto en reaccionar ante hechos como estos, que fueron y son continuamente difundidos por la ciudadanía mediante diversos medios de comunicación, como las redes sociales? Lo hacen a través de videos, fotos, documentos, entre otros, sin que exista la reacción oportuna de ninguna autoridad. Son secretos a voces y ante estos, dichas autoridades esperan el reventón del problema para entonces, sin que les quede excusa, tener que actuar. Obviamente esto sucede cuando todos los involucrados y peces gordos se han puesto a buen recaudo y al que atrapan es normalmente algún descuidado y mal dormido, que podrán utilizar para decir que la revolución no se casa con nadie y que se aplicará todo el rigor de la ley sobre los responsables.
Ante las innumerables denuncias sobre diversos casos de corrupción, la reacción instintiva de las autoridades es desacreditarlas, rechazarlas tildándolas de infundadas, resaltando al mismo tiempo las cualidades del pobrecito sospechado. Luego de un buen rato, cuando se dan cuenta de que los enjuagues y entuertos sí eran fundados, responden cual emperador romano carilargo y compungido, bajando el dedo a su exgladiador, dejándolo a su suerte para ahí sí permitir que inicien todos los procesos legales en vista de que ya no gozan más del beneplácito de la revolución. Petroecuador no debe ser la única empresa con este tipo de problemas; que esto sirva de aviso para no rasgarse las vestiduras ante las denuncias. Escúchenlas y actúen diligentemente sin importar de quién o qué se trate. Hacer la vista gorda los hace corresponsables. Estemos atentos estimados lectores, porque esto recién empieza y con certeza habrá mucha tela que cortar.
Se pregunta: ¿Por qué las autoridades tardan tanto en reaccionar ante hechos……
Posible respuesta: porque son parte del contubernio o aún no saben de cuanto deben pedir su tajada. Todo esta muy bien calculado.
El lider se creo una constitucion y la diseño para confundir, …… pero la culpa no es del indio sino de quien lo hace su compadre.
Solucion: Una destruccion de todo este tinglado armado por la revolucion, una ley de no prescripcion de delitos de enriquecimiento ilicito para todo empleado gubernamental.. Prohibicion para salir del pais de cualquier empleado gubernamental incluidos directores departamentales, de esa forma solo van a ir a trabajar aquellos que sabiendo del trabajo quieren hacer carrera en la institucion o quienes quieren realmente servir al pais.
Nadie deja la comodidad de su empresa por hacer patria, salvo sus muy honrrosas excepciones. como lo cuando LFC rescato Guayaquil.