Recientemente se han llevado a cabo tres debates presidenciales entre los dos candidatos con mayor opción en los Estados Unidos. Sin ser los únicos, el público ya concentró su mirada en ellos y por uno de estos votarán mayoritariamente. ¡Qué envidia, así es más fácil decidir!
Regresando a nuestro país vemos que comienzan a definirse los candidatos que finalmente correrán en las próximas elecciones presidenciales y se consolidan alianzas para apoyar a uno u otro aspirante. Tema aparte, pero digno de estudio, es quiénes y cómo se juntan, por qué lo hacen, con qué principios y planes de gobierno comulgan. Con certeza puedo afirmar que en este momento los principios doctrinarios y partidistas poco les importan. Las alianzas son un coctel de doctrinas, partidos, banderas y personajes, que al mejor estilo de Maquiavelo confluyen en un solo objetivo, justificando los medios que para esto utilicen.
Esta licuadora electoral ocurre en la orilla contraria al partido de Gobierno, el cual ya tiene candidatos y lo decidió o decidieron -aquí no sé si el plural aplica- sin tener desavenencias o al menos ninguna conocida públicamente.
Por supuesto que le habrán amarrado una cuerda a la cintura del binomio corredor para halarla cuando haya la intención de separarse de la “línea partidista”, que en algunos casos es la excusa perfecta para dar una buena reprimenda al que no hace lo que se le ordena.
Al parecer, en la oposición habrá varios candidatos presidenciales y esta situación electoral será el caldo de cultivo perfecto para provocar una maraña de encuestas con resultados diversos, dependiendo de quién las publique. Debemos estar más atentos que nunca, no podemos sucumbir y dejarnos llevar por encuestas plastilina, con formas logradas según las manos del que las maneja.
Por ahora, utilizando un termino futbolístico, es etapa de fichajes y cada candidato buscará armar su equipo con la mayor cantidad de respaldo posible. Veremos al final quién hace mejor su tarea.
¡A tener los ojos bien abiertos y a seguir de cerca esta campaña, que con seguridad nos traerá más de una sorpresa y novedades!
Los que Deben salir de la contienda E es el binomio de sinverguenza de Lasso – Paez Escoria humana