¿Les sorprende que el señor Trump sea el nuevo presidente electo de los Estados Unidos?, sinceramente considero que a muchos no, aunque personalmente y con toda la franqueza del caso, me hubiera querido equivocar en dicha predicción.
Mr. Trump encarna el sentimiento del verdadero “gringo”, al cual todos los externos desprecian, pero que casa adentro y en algunos Estados de esa nación, es hasta impronta propia de su manera de ser y actuar.
Recuerdan ustedes “La Patria vuelve”, ¿qué tan diferente en esencia al slogan de Trump es?, considero que ninguno o muy poco, ya que ambos apelan a “reconquistar” algo perdido, en el caso de nuestro dignatario el concepto lírico de Patria y en el caso de Mr. Donald J. la grandiosidad de lo que supuestamente fue Norteamérica.
En estos dos casos antes descritos, obviamente los culpables eran otros, los del pasado, los tradicionales y estos personajes singulares, se convierten en una suerte de redentores tipo Robin Hood, para adueñarse y defender lo arrebatado.
El problema de la muletilla de los “fantasmas del pasado”, es que se convertirán, como en efecto se convirtió en nuestro país, de excusa totalmente valedera para que todo lo que se haga mal sea imputado a otros y tengan escapatoria para no afrontar con responsabilidad todas las desgracias que han generado en nuestro querido Ecuador.
La campaña del señor Trump, ha sido muy similar a la de los revolucionarios del siglo XXI, donde se dice lo que las masas quieren escuchar aunque no tenga asidero legal y se cambia de discurso tal camaleón, según el auditorio receptor del mensaje, así mismo, induce al elector a verlo como víctima de las circunstancias que el mismo generó y echar la culpa a la partidocracia y prensa corrupta de todos sus males.
Sinceramente que no se debería seguir con la hoja de ruta dictatorial a la cual muchos países populistas han optado como solución, considero que las instituciones democráticas de USA se convertirán en un muro de leyes para el cumplimiento de soluciones mediáticas que dan buen rédito electoral, pero que son inaplicables sin lírica electorera.
Mr. Donald J. Trump tiene un nuevo show que ejecutar, pero ahora de una manera responsable y con los límites que la ley le permite y así mismo, gobernar para todos y no solamente para menos de la mitad de votantes que creyeron o consideraron válidas sus posturas. Espero y ansío como ciudadano del mundo, no tener que morderme la lengua.