Esa cara ha creído encontrar en nuestro país el periodista español Miguel Angel Bastenier. Sería una de las caras de la misma moneda ; la otra : intentar renovar..
Hay muchos momentos en los que Correa luce bien intencionado, renovador y vibrante, en especial cuando trae a colación las defecciones del pasado, que no fueron pocas, y se empeña en superarlas . Pero de la vibración y de sus fervientes deseos se traslada con facilidad extrema a la vociferación y de ésta, cae en el absurdo de creer que este mundo está dividido en dos grandes partes : él, por un lado, y el resto del mundo, por otro. Correa sería un non plus ultra. Nada ni nadie ha habido antes como él ni habrá después de él. De allí, quizás, Bastenier se atreve a referirse a la “cara de la locura absoluta” .