(Agencia del Banco de Guayaquil)
El maltrato, en el Ecuador, es cosa común, también en el resto del mundo, pero al mal trato al que hoy me refiero, es el que sufrimos los adultos mayores. En todos -o casi todos- los lugares de atención al publico y de manera especial -ahora- hasta en los Bancos.
Ésta, (historia) que les narrare es una mala experiencia que sufrí en un Banco, que por ser la segunda ocasión -esta vez, si mencionare su nombre-. Se trata del Banco de Guayaquil, Agencia Riocentro de Samborondón, recientemente remodelado.
Me acerque a la fila para adultos mayores y cual mis sorpresa, las tres primeras personas, más el que ya estaba en la ventanilla, eran jóvenes; le pregunte a la jovencita si estaba embarazada -que también tienen preferencia- me contesto que no, después de pensarlo unos segundos.
Entonces le dije a ella y a los otros dos jóvenes (varones) porque estaban ubicados en la fila de la tercera edad -no me gusta el termino pero así nos catalogan- me contestaron, porque nosotros somos “PRIORITARIOS” y me enseñaron una tarjeta. Los prioritarios, son aquellos jóvenes que recogen depósitos bancarios en oficinas publicas o privadas, por cuanto gozan de la confianza de los depositantes y hacen los depósitos bancarios por ellos.
Les dije, soy un adulto mayor y tengo este privilegio por Ley, (ley del anciano) para ser atendido prioritariamente.
Desde la ventanilla, un joven, posiblemente el jefe de los -ventanilleros-, me hacia señas y trataba de indicarme algo, que no lograba entender bien desde mi posición.
Me acerque a realizar mi transacción -retiro de dinero- y NO me atendió indicándome que el turno le correspondía a los 3 “prioritarios, que se encontraban en la fila, de la “tercera edad, discapacitados y señoras embarazadas”.
Le indique, que ellos son jóvenes y tienen que hacer fila, donde se encuentran los demás usuarios para que sean atendidos en el turno que les corresponda.
No me hizo caso, simplemente me negó la atención.
Le impreque que estaba ejerciendo mi derecho y que me atendiera.
Se desocupo la ventanillera contigua, y le ordeno que no me atendiera. Lo increpe nuevamente y le pregunte su nombre, para hablar con sus superiores, no lo hizo. Tomo el teléfono interno y llamo a la supervisora (Jefe de la Agencia) y algo le indicaba por ese medio.
Al voltearme hacia la oficina de dicha funcionaria, me tope con el guardia de seguridad, a unos 30 cmts mío, con la mano sobre el arma.
Quienes hemos trabajado en el sistema financiero privado y tratado con expertos en seguridad bancaria, conocemos que es obligación del guardia de seguidas, poner su mano sobre el arma, cuando considere que quien está en la ventanilla, él intuye que se trata de una persona peligrosa.
Le increpe su falta de respeto, pero no se movió del lugar con la misma postura, se acerco la Jefa de la Agencia y me recrimino por mi actitud (de no darle el puesto a los prioritarios) y le dije lo mismo, que estoy ejerciendo mis derechos contemplados en la Ley del Anciano, y que los bancos, también están obligados a respetar esa Ley.
Me contesto, “por esta sola vez le voy a permitir que lo atienda la Srta. cajera”. y le conteste: “Por esta vez y cada vez que venga a efectuar una transacción».
Todo esto, a voz en cuello y un silencio absoluto entre los usuarios que asentían como dándome la razón. Me retire tan pronto realice mi transacción y en la misma fila me tope con una vieja amiga que había trabajado en algún banco de la ciudad.
Me dijo, Sucre, yo te conozco, porque también trabaje en bancos y tienes toda la razón. Le agradecí y me retire, pero 6 damas de la tercera edad estaban también en la misma fila esperando que atiendan a estos “privilegiados”.
Les indique que ejercieran su derecho, me agradecieron amablemente, me indicaron que preferirían esperar, quizás, no sabían que con cada “prioritario”, se demoran los cajeros unos 30 minutos para ser atendidos, por la cantidad de depósitos que llevan de diversas personas…
Ahí, termina esta historia que me daño el día -o al menos la mañana- innecesariamente.
Los señores de la Súper Intendencia de Bancos y Entidades Financieras y los Gerentes Generales de tales instituciones, tienen la palabra.
¿Saben los Gerentes del Talento Humano -antes Gerente de personal- que gracias a los clientes y usuarios, ellos tienen garantizados; sus utilidades, los accionistas y sus sueldos, los empleados?.
¿Les inculcan los Gerentes del Talento Humano, cuando escogen personal, esta máxima, que sin clientes no podrían existir los Bancos, ni ninguna empresa comercial?.
¿LES INDICAN QUE SON LOS CLIENTES, LOS QUE LES PAGAMOS EL SUELDO, EN DEFINITIVA Y NO LOS DUEÑOS DEL NEGOCIO?
Yo pienso que no, prefiero los Bancos de las décadas de los 80, 90 y 2000, que si hacían hincapié a estos detalles, era la etapa de “la magia de los pequeños detalles”. Así nos ilustraban expositores expertos en Relaciones Publicas y en Relaciones Personales, en aquellas épocas.
Recuerdo, al Sr. Mendoza Saenz de Tejada, en sus cursos de capacitación y otros expertos que dejaron de venir al país a dar tan extraordinarias conferencias y mensajes, incluso, algunos Bancos y grupos financieros contrataban a expertos Españoles, Argentinos, Colombianos y Costarricenses, expertos en oratoria, para que los Directivos Bancarios y la Alta Gerencia, TRASMITAN, A SU VEZ, CÓMO EL PERSONAL DEBERÍA ATENDER AL CLIENTE.
No se quejen los Bancos y Entidades financieras y los Gerentes Generales, que se están quedando sin clientes.
Al consultarle sobre esta situación, a amigos de mi generación, todos, sin excepción, coincidieron, con este maltrato hacia ellos también.
De acuerdo con lo q manifiesta el Sr en mencion..igual sucede en Bco Bolivariano
Da la impresión de que los adultos mayores somos los estorbos para el resto de los ciudadanos sin darse cuenta que hemos dado nuestras capacidades en muchos casos para que ellos estén en los trabajos que tiene. En general la Ley del Anciano casi es desconocida por los¨ nuevos ejecutivos¨¨ que creen que ellos son los salvadores de la patria¨ debido al criterio que tiene el actual gobierno de los ANCIANOS.
Dr. Calderon, la razón no necesita fuerza, solo sentido común y capacidad para entenderla. Mozalbetes operadores en Bancos, sin la más mínima preparación para este puesto, en Comisariatos he tenido el mismo problema. Este problema sobre la atención a los que pertenecemos a la Tercera Edad, ya que es una PANDEMIA. LO que sucede es que nadie se preocupa en este sentido de hacer observar y respetar la Ley del Anciano.Ojala que su mensaje llegue a oídos del Candidato a la Presidencia de la República, señor Guillermo Lasso, muy cercano al Banco que usted menciona, y empiece por casa poniendo el orden. O le aconsejo, usted conoce esto mejor que yo solo con la finalidad de dejar sentado un precedente, remita una comunicación a la Superintendencia de Banco, para que consideren esto y sea llamado al orden del cumplimiento de las Leyes, no solo a la persona que no lo quiso atender, sino a los mandos superiores que actuaron como que si a nosotros los de la tercera edad Y CLIENTES DEL BANCO, nos están haciendo un gran favor, y no se dan cuanta QUE TRABAJAN EN ESA Y VIVEN GRACIAS A LO QUE USTED MANIFIESTA, SOMOS LOS QUE PAGAMOS SUS SUELDOS.
Que terrible por lo que acaba de pasar le doy la razón, mi esposo y Yo también somos de la tercera edad y tienen que respetarnos pues hemos entregado nuestra vida sirviendo desde nuestros trabajos hasta que llegó nuestra jubilación. En cambio en los Supermercados cuando en la fila que nos corresponde hay personas a las que no les toca pagar allí los cajeros los hacen a un lado y ellos nos llaman para cobrarnos a nosotros primero.
Siento mucho por la falta de respeto a su persona
Gracias por sus comentarios a todos, que tengan una Feliz Navidad y un Prospero Año Nuevo.
Ab. Sucre Calderón Calderón.