Finaliza esta SERIE, de Consejos y Orientaciones, nuestro Arzobispo Cabrera, en su hojita Dominical del 30 de Octubre del 2016, a la luz del Evangelio, así:
“El servicio de la AUTORIDAD, es una VOCACION y NO un MANDATO, que Dios confiere a sus Ministros, a través de los humanos y de los Comunidades para PRESIDIR, la vida y la MISION, de la misma”…
Explica a continuación, el Prelado cuencano, el sentido de la AUTORIDAD de la siguiente manera:
“ Desde esta perspectiva los hermanos que han sido llamados por Dios para desempeñar los diversos servicios o la Autoridad, no deben olvidarse que siguen siendo hermanos y que, más bien, deben esforzarse por ser mejores hermanos en su ministerio o servicio”.
Nos ilustra, nuestro Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis G. Cabrera Herrera, afm, que todos las formas de ejercer la Autoridad, a la que se ha referido, en las cartillas dominicales de los 3 Domingos anteriores, bien sea como DOMINIO, PRIVILEGIO O PRESTIGIO (formas negativas de ejercer el Mando o la Autoridad); y también, como servicio o por vocación (formas positivas de ejercer el Mando o la Autoridad), están presentes en el corazón de TODAS, las personas, como sucede, -nos dice- con la “LUZ Y LA SOMBRA O EL TRIGO Y LA CIZAÑA”. Continúa indicándonos:
“… que son los elementos del mal y del bien, respectivamente, que Dios nos puso en la mente al momento de la concepción, para que en la vida, cuando nos toque la oportunidad, de MANDAR, decidamos, con libre albedrío y voluntad, cual de las dos opciones: 1) Dominio, Prestigio o Privilegio; o, el 2)Servicio o Vocación; escojamos en la vida, frente a la sociedad, o frente a nuestros ciudadanos, en el PODER.
Escojamos, pues, entre la “Libertad o la Muerte”, entre la participación -aun la convulsiva-, o la paz de los cementerios, donde los habitantes, ya nada pueden hacer, ni intervenir, por cuanto estarán disfrutando de la gracia de Dios o del “maligno”.
Aun, cuando pudiesen desde el lugar donde se encuentren sus almas, darnos orientaciones para alinearnos hacia el bien o hacia el mal, a favor o en contra de nuestros congéneres, en la tierra.
Escoged, pues, conciudadanos, por el bien, en las elecciones de Febrero del 2017.
Es una obligación ciudadana de tu parte.
