Había pensado que siendo la noticia que recorre el mundo la muerte de Fidel, sería por lógica un tema sobre el cual hay mucho material para un artículo, mas luego de meditar y de darle vueltas llegué a la conclusión de que no vale la pena.
Quienes pintamos canas en nuestras sienes y hemos vivido gran parte del regreso a la democracia en nuestro país, nunca hemos visto la corrupción en la magnitud que hoy se observa.
En todos los gobiernos de los tantos que se han tenido desde el retorno de la democracia, en todos ha existido manejos deshonestos de los dineros del Estado.
La gran mayoría de quienes han ocupado el sillón presidencial han sobrellevado el que sus más cercanos colaboradores se vieran tentados a cometer actos de corrupción como resultante de contrataciones, tráfico de influencias o defraudaciones fiscales o aduaneras.
Los altos precios del petróleo hicieron posible que en lo que llaman la década ganada el Estado recaude una cuantiosa cantidad de ingresos que permitió el despilfarro y la supuesta inversión en obras en muchos casos innecesarias. Esa gran riqueza se prestó para que se hagan grandes negociados con la venta del crudo y que se beneficie de ello un selecto grupo que conforman el gobierno de la Revolución Ciudadana. Falta mucho por investigar y sancionar.
La campaña electoral servirá para que gran parte de la corrupción salga a flote. Un asambleísta del partido oficialista ha resultado ser quien por su propia cuenta ha iniciado una investigación cuyos resultados están aún por establecerse; ojalá no sea una trafasía más de los revolucionarios. La oposición dejó de lado su labor fiscalizadora y se dio por vencida para ceder ante la mayoría verde Flex, convirtiéndose en cómplices de la corrupción.
Mientras el país se debate en la más profunda crisis económica, el Presidente Correa viaja a Cuba con un selecto grupo de colaboradores que se dicen revolucionarios para asistir a los funerales de quien fuera uno de los más sangrientos dictadores de los últimos tiempos; hecho al que no vale la pena referirse.
Yo si creo que es necesario hablar del dictador y su larga sombra sobre los destinos de Cuba y los paises de Latinoamérica y aún de otros continentes. La larga mano del sátrapa se hizo sentir por muchos años a través de los partidos comunistas y el control por parte de estos,de gran parte de los sindicatos y el magisterio.Los gobiernos de derecha, si querían tener periodos de tranquilidad en las universidades y las fábricas tenían que tener «relaciones» con el casaríamos.
Por supuesto que vale la pena expresar la alegría que han de sentir millones de cubanos que lloran la muerte, la tortura y los despojos de sus bienes, dentro y fuera de Cuba, por parte de la dictadura perpetua de los hermanos Castro, al desaparecer Fidel, un mal ejemplo para las democracias al igual que en su momento lo fueron Hitler, Idi Amin, Kadafi, Hussein, Papa Doc, etc.
Ver la fila de cubanos formados para ver una foto de Fidel, me hizo llegar a la conclusión que algo esta mal analizado. Todos no pueden estar pagados, y es verdad, lo que dice Carlos Alberto Montaner «Cuba es una isla secuestrada por los Castro», y vi que el síndrome de Estocolmo es real. Los secuestrados aprecian y aman a su verdugo y secuestrador. Ademas escuchar a R Correa en el sepelio del tirano me convenció que el ecuador esta en franca caída al comunismo, Las encuestas dan como líder a Lenin Moreno asunto que no hay que menospreciar por lo tanto la muerte del asesino nos debe revelar quien es el sucesor de Correa que se va ha hacer de la presidencia porque el CNE esta amañado.
por fin se acabo este energumeno que asolo a Cuba y quiso influir su malada filosofia del reparto de la miseria y la pobreza.
espermos que la IDIOTEZ ANDANTE que tenemos en nuestro pais tambien nos de un alegron que lo festejariamos a lo grande.
FUERA CORREA FUERA
Si quieren recuperar el Ecuador; algún día tendrán que arremangarse las mangas, y depurar universidades, sindicatos y asociaciones a donde se haya infiltrado el venenoso comunismo cubano. Extirpar/alejar del poder a esos hombres y mujeres embriagados de ese comunismo criminal, debería ser la meta de cualquier nuevo mandatario patriota. Mientras esos zombies sigan infiltrando las instituciones, jamás recuperarán el país. Ahora, resta a saber si el tirano saldrá algún día del poder. Esa es otra misión aparte.