Ustedes coincidirán conmigo que las encuestas han fallado dramáticamente en prácticamente todos los procesos de elección alrededor del mundo, sean estos plebiscitos o presidenciales, los resultados han sido completamente distintos a los que las encuestas habían pronosticado.
Para hacer un poco de memoria los procesos donde las encuestas daban resultados completamente distintos a los que finalmente ocurrieron han sido: el brexit en el Reino Unido donde las encuestas daban como posible resultado el SÍ, para que este reino permanezca como parte de la comunidad europea.
El día de la votación triunfó el NO para sorpresa de muchos. Otro, las encuestas para elección en España, donde los resultados estuvieron lejos de los pronosticados por las encuestas. Y seguimos, el plebiscito por la ratificación del acuerdo de paz entre Colombia y las FARC, en el que las encuestas daban como resultado la posible ratificación del acuerdo y al final la mayoría votó por no ratificarlo, resultado que hasta ahora nos sorprende, con Nobel incluido.
Y la cereza en el pastel, las elecciones presidenciales en Estados Unidos de América, donde las encuestas daban como favorita a la Sra. Hillary Clinton y todos sabemos lo que pasó al final, el Sr. Donald Trump fue electo como el nuevo presidente de este país.
La pregunta que cabe es ¿Qué está pasando con las encuestas que tienen fallas tan escandalosas donde sus resultados al final son completamente alejados de los esperados?
Tantos factores pueden jugar su papel y son los expertos en estas quienes deberían estudiar profundamente qué efectos están jugando semejante rol, que evitan que el encuestador obtenga el resultado correcto.
La conclusión general podría ser que estas fallan y no tienen la confiabilidad y credibilidad necesaria para considerarlas seriamente.
En columnas anteriores ya he mencionado la reserva y cuidado que debemos tener ante los resultados de diversas encuestas y con los obtenidos alrededor del mundo se ratifica mi posición, no creamos todo lo que nos dicen, porque los sondeos están fallando fuerte y muy seguido.
VERDADES EVIDENTES
Rómulo López Sabando
Encuestas presidenciales
Las recientes elecciones (EE.UU), evidencian que las encuestas políticas y preelectorales son falsas y subjetivas. Clinton ya celebraba su triunfo. Al ser imposible preguntar a millones de votantes, dan resultados arbitrarios, volubles y caprichosos.
Son adivinos con bolas de cristal, sofisticados con técnicas de mercado para productos de consumo masivo. Es el culto al “consumismo” político (Keynes).
Lo único cierto son sus desaciertos e incertidumbres. Son cálculos de “probabilidades”, matemáticos, econometricos acomodables a resultados por ellos deseados. Retratan eventuales preferencias, de “hoy”.
Las encuestadoras y ciertos medios desinforman. Lucran como cualquier negocio. Venden ilusiones. Sus visiones, intereses particulares y poder mediático, adivinan e imponen resultados. No transmiten “noticias”. Vaticinan finalistas y ganadores. Imponen “sus” juicios de valor, subjetivos y tendenciosos. Crean falsas expectativas. Especulan. Los arbitrios de sus “técnicos, matemáticos y expertos estadísticos” son irreales. Se sustentan en algoritmos.
Eligen muestras como si fuesen representativas del total. Son aleatorias. Contingentes. Momentáneas. Diminutas. Prematuras. Como los “naipes del destino”, el tarot o la“lectura de cartas”, los garitos y carreras de perros o caballos.
Las encuestas ayudan, pero nunca dan certeza ni respuesta correcta. La “carga emocional”, de afectos o desafectos de directivos, técnicos y encuestadores, influye en lineamientos, métodos, preguntas y en resultados. Nadie es neutro “imparcial” u objetivo. Siempre hay preferencias, visiones, sentimientos o intereses que inducen pensar a “su” modo. “Hay tres clases de mentiras: las malditas, las falsas y las estadísticas”. (Disraeli y/o Mark Twain). Y ahora, las encuestas.
En Ecuador jamas acertaron ni acertaran. Si Lenin Moreno tuviese ese porcentaje, Correa seria candidato. Velasco Ibarra, sin encuestas y contra los “sabios” y adversarios decía “ el pueblo es intuitivo” y fue 5 veces elegido Presidente.