Otra implicación de lo que significa el valor de la noticia, es lo que vemos en las listas de candidatos a asambleístas: Se busca nombres que sean conocidos. Con sabiduría, decía Abdalá Bucaram: “Lo que quiero es que hablen de mi. No importa que hablen bien o mal, pero que hablen”.
El comunismo, el socialismo, son formas de gobierno que buscan, por medio de la igualdad de todos, la justicia social. Son una teoría interesante, pero imposible de poner en práctica por la naturaleza humana, que es competitiva. Es más, en la práctica, estos gobiernos tienen, al igual que todos los gobiernos impositivos, una élite pequeña de beneficiados, al igual que las cortes reales, los que se benefician con las prebendas, como lo estamos viendo en los países que han vivido el comunismo y el socialismo. Estas élites son los grandes beneficiados y en varios casos que leemos en la prensa, no sólo son los beneficios de estar cerca del poder, sino también corrupción abierta, que lleva incluso a las cosas prohibidas, como en el caso de los sobrinos del Presidente de Venezuela, presos y condenados por narcotráfico.
El respeto incluye la libertad. Todo hombre es libre y tiene derecho a su libertad, libertad de pensar, libertad de decidir, libertad de actuar, siempre y cuando respete la libertad de los demás. No se puede imponer, so pretexto de necesidades el seguir o no una carrera, por ejemplo. La libertad no puede ser limitada o estar parcializada. Todos tienen el mismo derecho a progresar, a expresarse, a poseer, pero siempre respetando el derecho de los demás. Todos debemos procurar, buscar el bien común, pero respetando el derecho a la propiedad de los demás. Una anécdota de Rockefeller cuenta que un amigo y compañero fracasado de Universidad, le insistía en que su fortuna debía ser considerada bien común y que a él le debía dar su parte correspondiente. Como insistía, Rockefeller lo llevó donde su Contador y le pidió a éste que sume todas sus propiedades y luego le pidió que divida al valor por los habitantes del mundo. Con el resultado abrió su billetera, sacó sesenta dólares, se los dio a su amigo y le dijo: ¡Esto es lo que te toca de mi fortuna, ahora vete y déjame en paz!
“¡El que no trabaja, que no coma!” advierte San Pablo, indicando la necesidad de producir, de trabajar. ¡El trabajo no es un castigo, es una bendición! El hombre se santifica por su trabajo. ¡Trabajar es servir! El que no vive para servir, no sirve para vivir” dice el libro de los proverbios, en la Biblia. Una sociedad desmotivada, abúlica, que vive haciendo cola para recibir un mendrugo de pan, o está en espera de un bono para subsistir, está condenada a su desaparición. El incentivo de trabajar más, producir más, es lo que lleva al crecimiento individual, de la sociedad y del mundo.
¡Vegetar no es vivir! Como dice el refrán de Fe y Alegría: “Es bueno darle un pescado a un pobre, pero es mucho mejor enseñarle a pescar”. Vivir de la caridad del Gobierno o de una Institución, está bien si no puedes trabajar, si estás discapacitado. Si puedes, ¡debes trabajar!
Acostumbrar a un pueblo a no producir, a recibir, a cambio de un voto, es ¡CRIMINAL!, es aprovecharse de la ignorancia para explotar a los pobres.