Un tema controversial ha sido hablar de las Fuerzas armadas durante este Gobierno. Comenzamos con el famoso 30S y espero que se termine con lo de la semana pasada.
En el famoso 30S, el Gobierno asegura que fue un intento de asesinato al Presidente de la República, luego que lo tuvieron secuestrado en el Hospital Militar y fue rescatado por otros miembros de las FFAA, en un acto que costó algunas vidas y puso en peligro la vida de los pacientes que se atendían en el Hospital.
Hay versiones a favor del Gobierno y en contra, sobre este 30S. No creo del caso analizar ese acto. Será el tiempo el que diga que pasó en realidad, pero eso se inició por los reclamos de la tropa por un salario digno. Desde entonces el Gobierno inició una serie de cambios en la cúpula militar, que en los últimos tiempos, ha prácticamente descabezado a la cúpula militar, de acuerdo a las noticias. No creo que debamos entrar a analizar lo ocurrido, pero me preocupa como ciudadano lo que nos puede pasar.
Colombia ha sufrido, durante más de cincuenta años las atrocidades de una guerra fratricida y los embates de fuerzas paramilitares, con secuestros, asesinatos, bombas, actos de terrorismo, narcotráfico, y todo lo imaginable, por acción de las FARC y ELN. El Presidente de Colombia propuso un pacto con estos grupos subversivos, que en su versión original, era prácticamente entregar Colombia a la guerrilla. Han hecho un segundo pacto y tengo entendido que el Gobierno colombiano lo quiere hacer aceptar para acabar con este problema.
Yo miro con gran preocupación lo que pasa en nuestra vecina Colombia y lo que pasa en nuestro querido Ecuador. Si nosotros, tenemos descabezadas las fuerzas armadas y Colombia obliga a estos movimientos paramilitares a dejar las ciudades y a retirarse a las zonas que han designado, muchos de ellos, al permitírseles deambular en política, cumplirán el convenio, pero así mismo, los más desalmados, los que han encontrado en la guerrilla una forma de vida fácil, los menos capaces de producir honradamente, buscarán pasar a donde puedan continuar delinquiendo, y al estar nuestras fuerzas armadas debilitadas les será fácil delinquir en Ecuador y pasaremos a ser una segunda Colombia.
Las Fuerzas Armadas son la defensa de la Patria. Son necesarias, indispensables para el país. Nuestras fuerzas armadas son la defensa de nuestro territorio y la salvaguarda de nuestra identidad. Me parece peligroso atentar contra ellas, desde nuestro Gobierno. Nuestro Presidente tiene el derecho de decidir quién es la máxima autoridad en las Fuerzas Armadas, pero debe conservarlas indemnes, porque son la garantía de la defensa de la Patria.