Antes y después de Cristo (a. C. y d. C.)

Ahora, con las mismas siglas, podremos decir antes de Correa y después de Correa; porque en cada intervención, el señor presidente señala que todo cambió cuando llegó al poder la llamada Revolución Ciudadana con el emblema del socialismo del siglo XXI, sus colaboradores repiten el mismo discurso.

La oscura noche neoliberal quedó atrás, no hay un solo colaborador en el gobierno de Correa que haya participado en los gobiernos de la partidocracia; la corrupción es castigada con severidad, la partidocracia es un fósil que está inerme; los insultos, la descalificación al adversario, el canibalismo político ya no existen. La Constitución y las leyes no son violadas, se imparte justicia siguiendo el debido proceso, ningún juez es presionado en contra de ningún adversario; el Congreso, cambiado de nombre (vino nuevo en odres viejos), funciona respetando las minorías y jamás se aparta de la norma constitucional, cumple a cabalidad sus dos obligaciones fundamentales: legislan con sabiduría y nos entregan las mejores leyes en beneficio de todos los ecuatorianos; se fiscaliza con firmeza “caiga quien caiga”, no importa si es adversario y con los amigos con más razón y rigor.

En el tema militar se han respetado leyes y reglamentos; ya no se apela a las triquiñuelas de antaño, ni a las piruetas jurídicas y se nombra al alto mando con estricto apego a las leyes y reglamentos que rigen la vida de los uniformados, nada de compadrazgo ni amiguismos; a. C. (antes de Correa) no hubo ningún triunfo militar, jamás se defendió la soberanía (especialmente para el exministro de Defensa Javier Ponce); d. C. la seguridad y la defensa nacional están en las mejores manos, tenemos los mejores radares del mundo (no pasa una sola avioneta de los narcotraficantes); los ascensos, especialmente de generales y almirantes, se hacen en estricto respeto a las leyes y reglamentos militares; jamás se ofende o descalifica a militares en servicio activo o pasivo que critican al Gobierno; los subalternos pueden discutir con libertad los asuntos institucionales con el presidente o con el ministro de Defensa, sin miedo a represalias. Se ha dotado al Ejército con el mejor fusil del mundo (AK-47), con la munición adecuada.

El IESS ya no es caja chica, los aportes por parte del Gobierno están al día. En la seguridad social militar y policial se respeta el mandato constitucional del régimen especial y están fortalecidas, gracias a la generosidad del Gobierno.

La prensa goza de todas las libertades, lo mismo los periodistas pueden escribir sus opiniones y críticas al Gobierno sin que haya ninguna retaliación, no hay medios del Gobierno sino públicos que dicen la verdad y solo la verdad; la propaganda es mínima, casi no se hace sentir; las cadenas nacionales son raras y solo sirven para informar de las actividades de mayor trascendencia.

Todo lo señalado, como puede palpar la ciudadanía, es inédito, por eso los historiadores están obligados a escribir las crónicas señalando: a. C. y d. C. (antes de Correa y después de Correa). (O)