Hoy, ya se ha iniciado la carrera electoral, para los candidatos presidenciales, asambleístas y otras dignidades importantes dentro y fuera del país.
Habíamos señalado, en carta anterior que, esta “carrera presidencial”, era lo mas parecido a una carrera de caballos y yeguas, de un hipódromo de los nuestros o de cualquier otro hipódromo en el mundo. Donde los caballos y las yeguas, salen todos al mismo tiempo y poco a poco van tomando distancia, con sus contendores, hasta la meta final que solo admite, para la segunda oportunidad, a quienes ganen o lleguen PLACE, (“termino hípico que ubica al caballo o yegua, que llega en segundo lugar”).
Lo que he podido apreciar, es que, el candidato oficial, no llegara muy lejos, la “cancha” de este gigantesco hipódromo electoral, (del tamaño de todo el país), es de arena y la silla avanzara con mucha dificultad y se quedara atascada en medio camino, a no ser, que le adapten una pequeña tarima sobre el caballo, para andar a mayor velocidad, “caballo”, que en esta ocasión le toca el turno, al Ing. Glass, que sin problemas, se puede recorrer el país de uno a otro con fin.
Pero, lo de las coimas de Odebrecht que no lo salpicaran a él en lo personal, si lo afectarán en lo electoral, pues, tal “petardo”, ya fue investigado por la Fiscalía norteamericana y también esta siendo investigado por la Fiscalía General ecuatoriana -investigación que durara hasta mucho después de las elecciones- que con seguridad poco o nada aportara, ni cambiara, lo que ya se sabe, -cuanto y a quienes- , se entregaron tales coimas y contra quienes la Fiscalía norteamericana dictara las medidas cautelares, que no nos sorprenderán a los ecuatorianos, como tal hecho en si mismo -una raya mas al tigre-, pero si, a ese 50% de indecisos, que ya tienen nuevos elementos de juicio, para decidirse y para otorgarle su voto, a cualquier candidato presidencial ubicado en la oposición, aunque realmente solo dos, son los mas opcionados: Guillermo Lasso y Cinthya Viteri.
Los demás candidatos, mas por nuevos en el panorama político electoral, unos, y otros, por razones de edad: o por muy jóvenes, -podrán alcanzar la presidencia después-, y otros, por muy viejos, como para pensar en otra aventura más.
Lo cierto es, que nada esta dicho o tallado en piedra, y les resta a los candidatos presidenciales, 45 días más para convencer al electorado.
Yo, decido mi voto, generalmente durante el periodo de reflexión, pero de lo que si estoy seguro, es que, por el candidato del oficialismo no votare.,
(continuara).