Los ecuatorianos rendimos homenaje de gratitud a los héroes de la gesta del Cenepa. Son 22 años de la epopeya militar, proeza que marcó un hito en nuestra historia. Fue un triunfo del pueblo ecuatoriano a través de sus gloriosas Fuerzas Armadas.
La gesta del Cenepa constituye uno de los hechos más importantes en la historia del Ecuador, no sólo por el triunfo inobjetable de las armas en el campo de combate, sino por la participación y el sentimiento de solidaridad de todo un pueblo, primera condición para el éxito; bajo un liderazgo auténtico, sumado el arrojo, el sacrificio, el orgullo y el espíritu combativo, elevado hasta la excelsitud del soldado de tierra, mar y aire, especialmente, aquellos que cayeron en combate, como holocausto en el altar de la patria.
Tiwintza, Base Sur, Cueva de los Tayos, Coangos, Banderas, son nombres de la geografía que son parte de la historia y de la leyenda. En estos lugares se dieron los más duros combates que inmortalizaron a quienes se enfrentaron al enemigo con arrojo y valentía, poniendo en grave riesgo su vida; más allá de lo que el estricto cumplimiento del deber exige, demostrando valor a toda prueba, un espíritu militar sin condiciones y sobre todo un auténtico y exaltado amor a la tierra que les vio nacer, sin duda, eran los soldados ecuatorianos que tenían un compromiso de honor con la historia.
En lo profundo del espíritu de cada ecuatoriano estuvo presente la primera trinchera de defensa de la Patria. Las FF.AA. se alimentaron como nunca de la moral y del espíritu solidario que les transmitió su pueblo, pues estaban identificados totalmente con él. De esa forma, nuestros soldados se enfrentaron a un gran poder militar que, por sus medios materiales y por el número de hombres, siempre fue superior al nuestro, persuadidos de que no hay ejércitos invencibles por más poderosos que éstos sean.
Las FF.AA. fueron armadas y equipadas con lo estrictamente necesario, conscientes del sacrificio que eso implicaba para cada uno de los ecuatorianos; igualmente, se había optimizado los recursos humanos y materiales al máximo. El entrenamiento de las tropas había sido riguroso, considerando los diferentes escenarios posibles. En conocimiento del poder bélico y numérico de la fuerza adversaria, jamás nos paralizó el miedo o el temor, todo esto no hubiera sido posible, ni remotamente, si no había una verdadera conjunción del pueblo con sus FF.AA.
Por lo tanto, los soldados ecuatorianos, con sus virtudes militares, su patriotismo y sacrificio, han contribuido a la paz y a la grandeza de la Patria y con letras indelebles han escrito las páginas más gloriosas de nuestra historia.
La mayoría de soldados de tierra, mar y aire que participamos en la gloriosa gesta del Cenepa, ya no llevamos el uniforme, pero en el corazón llevaremos siempre el sentimiento y el amor de servir a la Patria.
Como nunca antes en la historia, las Gloriosas Fuerzas Armadas ecuatorianas, columna vertebral de la patria; con insolencia, han sido agredidas y han tratado de dividirlas y sin éxito, de menoscabar su bien ganado prestigio. Con fe y optimismo transcribo 2 estrofas de nuestro Himno a la Bandera:
Constantes preparemos el futuro,
La nube de tragedia no es eterna,
Juremos para siempre unión fraterna
Y recia contextura nacional.
Nos guíen la Justicia y el Derecho
Marchemos al encuentro de la Historia
Vivir con libertad, morir con gloria
Será nuestro ideal, ¡Patria inmortal!