¿Quieres conocer tu pasado? Entonces mira tu presente que es su resultado…¿Quieres conocer tu futuro? Entonces observa tu presente que es su causa”.
Siddharta Gautama
¿Vivir en libertad es aclarar, en términos sociales, la posibilidad cierta de poder expresar, en coherencia, la experiencia concreta de una verdadera relación humana?. ¿Sin libertad la simulación promueve, entonces, una falsa identidad, hacia el objetivo de un destino amorfo?. Pero, como que la liberación humana, tal cual explican teosofías, filosofías y religiones, está más allá de estas limitaciones para tomar consciencia de comprensión de sí mismo. Y, al parecer, es en esta comprensión de sí mismo en que la libertad, sus razones y objetivos, para el humano, entra en juego. Es posible, incluso, que mucha gente viviendo en libertad sus relaciones sociales, es prisionera de la ausencia del sentido propio de su existencia. ¿Reside aquí la clave de la paz, del amor, de la confraternidad…?
Subsistir para el humano ha sido hasta hoy estar entre cosas y proyectarse desde estas cosas. Para no olvidarse, sin embargo, de su trayectoria como sujeto antes que objeto está obligado, continuamente, a interrogarse en su interior… ¿Hasta qué punto lo racional, el sentido común, lo coherente, es en mí un evento permanente y no algo aleatorio? El estado espiritual de buda, esto de lograr la percepción de la realidad en tanto consciencia de una ilusión es, en esta búsqueda, el inicio de la suprema verdad de cada quien… Pero, conseguir dicho momento responde al logro previo de mantenerse, caminando, en el Sendero de la Rectitud. Sea en los puntos de vista, de los pensamientos, de las palabras, de la conducta, de los medios de vida, del esfuerzo, de la atención, de la concentración. ¿Cómo si no, al margen de la práctica de la realidad, llegar a una toma de consciencia cierta? Ahora el humano descarnado del pellejo superfluo del simular, de la seudo vivencia asume las condiciones y características de buda… Es el instante del despertar. Es la iluminación por la consciencia clara de comprender…
¿Comprender? ¿Comprensión de qué? Que al asumir, por fin, por voluntad propia, la responsabilidad de ser hay asunción también del dolor, consecuencia de la cosificación de la vida… Pero, también, del mágico impronto de la aceptación o no del sufrimiento. Porque el dolor es permanente y, de cualquier forma y bajo toda circunstancia, estará siempre presente, el sufrimiento, en cambio, está en ti, en las condiciones en que vives y comprendes la vida… Para Siddhartha Gautama, quien según la tradición histórica, alcanzó, hace muchos, muchos siglos, el más alto nivel de la liberación humana (nirvana), consagrándose en calidad de un verdadero BUDA, cualquier humano que asuma esta vivencia de trascenderse a sí mismo, puede obtenerlo. En su último discurso (Sutra) dejó ACLARADO “NO ESPERÉIS NADA DE LOS DIOSES…SOMETIDOS A LA LEY DEL KARMA… ESPERADLO TODO DE VOSOTROS MISMOS. NO OLVIDÉIS QUE CADA HOMBRE CREA SU PROPIA PRISIÓN Y QUE EN CADA UNO ESTÁ SUPERARSE A UN NIVEL SUPERIOR…”