Generalmente, se tiene la idea de que los indecisos son personas que por a o b razones, no toman o no han podido tomar una decisión, que tiene mucho que ver con sus propios intereses, que por x,y,z motivos, no definen lo que realmente quieren o les conviene.
Pasa el tiempo, y en ocasiones pierden buenas oportunidades, por ej: la compra de un bien -mueble o inmueble- o una carrera liberal, por ej: entre ser Ingeniero. Civil o Ingeniero. Mecánico, entre ser Economista o Ingeniero. Comercial, entre escoger una carrera de Derecho o una de Ciencias Sociales (Sociología), etc.
La indecisión, es el paso mas cercano a la equivocación, decían los abuelos , y también nuestros padres. En ocasiones, cuando son jóvenes, es necesario ayudarles a decidir a nuestros hijos, sin imponerles un criterio determinado, entre sus preferencias, sino una orientación sobre lo que más les podría convenir en cuanto, por ej: en sus estudios colegiales, respecto de la clásica división tripartita del pasado: o carreras exactas y/o técnicas, o literarias y/o sociales, y/o físicas y químicas, etc.
No es fácil para un/a joven/cito/a, decidir a tan corta edad, su futuro académico. En la época de mis hijos, a los 14 años, tenían que decidir que estudiar en el bachillerato.
No siempre todos los jóvenes lo saben y en ocasiones es un problema para ellos, decidir por si solos.
Somos los padres los que mejor, sabemos y conocemos a nuestros hijos, sobre sus capacidades y fortalezas, y por ello, estamos obligados a orientarlos cuando nos piden esa ayuda.
Otros, que también pueden asumir tal “papel”, son los mismos maestros, respecto de sus propios estudiantes y finalmente los orientadores vocacionales -más modernos- con métodos y prácticas, pruebas, tests y herramientas similares -entrevistas personales-, también logran orientar a los desorientados y a los indecisos y/o confirmarles la decisión de lo que desde muy temprana edad, se apasionaron por ser, por ej: Médicos, Abogados, Ingenieros, etc.
La profesión del padre influye muchísimo en los hijos -pero no siempre- dándose el caso muy común que hijos de Médicos, escogieron otras carreras y así por el estilo.
En materia política -la indecisión- dice relación al ciudadano común, en edad de votar, en tiempo de elecciones -nacionales o seccionales- pero, directas, esto es, por medio del voto- que expresan su voluntad política, en las urnas el día fijado para las elecciones.
Veamos que nos trae el DRAE, sobre el concepto de estos dos términos: Indecisión e indecisos:
“Indecisión: f. falta de decisión.
“Indeciso/sa: 1))Dicho de una cosa: Sobre la cual no ha caído resolución. 2) “Perplejo, irresoluto, que tiene dificultad para decidirse.”
En materia electoral, seria aplicable a ese universo de votantes que aun no se ha decidido, por un candidato, por ej: a la Presidencia de la República, o por una lista, para Asambleístas y demás cargos electorales, pese a que las elecciones están Ad-Portas, de realizarse, el próximo domingo 19 de febrero del presente año (2017).
Es preocupante la cifra de indecisos que en semanas pasadas nos informaron las empresas especializadas en sondeos de opinión política, se decía que el 50% de los votantes no habían decidido por quien votar.
Cifra, que con el inicio de la campaña política y de los recorridos y exposiciones o discursos de los candidatos, bajó a un 35%, que es mas razonable. Amén, de otros factores que “ayudan” al votante a decidirse, por ej: los planes de gobierno, las posibles soluciones que expresan ante los problemas de la ciudadanía y del país, la simpatía y empatía de los propios candidatos, y sobre todo la PUBLICIDAD.
Muy limitada para todos, y muy ampliada para uno, sobre todo, cuando interviene el candidato oficial, que siempre será el preferido del Mandatario saliente -que le cubrirá las espaldas-, y la maquinaria electoral gubernamental, para tal señor, se podrá de manifiesto en cada ocasión o evento oficial que realice el Gobierno saliente y/o su infraestructura publica en cada rincón de la Patria.
Esta desventaja comparativa, favorece inmensamente al candidato oficial, que prácticamente no necesita hacer campaña, porque todo apunta a favorecerlo. Como es el caso actual del señor Lenin Moreno, candidato oficial del correísmo y del partido del Gobierno (A.P).
Sin embargo, no son pocos los países done el “favorito” (candidato oficial), ha perdido las elecciones, ejemplos recientes en USA, es la derrota de la señora Clinton, con toda la maquinaria electoral, incluida la personal del Presidente Barack Obama, que en los Estados Unidos, si es permitido electoralmente hablando, pero NO en el ECUADOR, que es prohibido hacerla a los funcionarios públicos -incluido el Presidente- pero, desgraciadamente no se cumple la norma, ni se sanciona, ni siquiera se observa, por las autoridades electorales que están obligadas a hacerlo.
En el Peru, el señor Fujimori le gano las elecciones al Dr. Alan Garcia en menos de 45 días de campaña, con plan de acción pragmático, que respondía a las apremiantes necesidades populares y a la desastrosa economía peruana, de aquel entonces.
Ejemplos similares se han dado en el Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y en Europa. Hablamos, claro, de procesos limpios y transparentes, electoralmente hablando.
Se habla mucho de fraude, no lo creo, el pueblo, sabe a quien debe elegir en ese día -aunque después se desilusione o reniegue- pero, de haberlo, las F.F.A.A, garantes de la soberanía y -la soberanía radica en el pueblo-, no lo permitirán.