El pasado mes de enero en el Teatro Sánchez Aguilar se expuso la muestra fotográfica “Reinos del Norte” del periodista gráfico peruano Guido Sánchez Santur, docente de las universidades César Vallejo y Antenor Orrego de Trujillo; es además jefe de informaciones y editor de diario La Industria de Trujillo.
Al preguntarle acerca de sus actividades, respondió: “Me inicié en el reporterismo gráfico o fotoperiodismo, pero la rutina de las informaciones cotidianas, relacionadas con la delincuencia, la política y farándula, me saturaron y un día decidí diversificar mi actividad. Cogí mi mochila y, con mi cámara fotográfica y mi libreta de apuntes, empecé recorrer los pueblos de mi país de palmo a palmo. No solo los lugares emblemáticos turísticos, que sí los visito, sino especialmente aquellos que están en el anonimato y que resultan ser verdadera joyas la naturaleza, la cultura o la historia.”
1. Guido, siendo periodista de profesión, dedicado al periodismo gráfico, cómo así quisiste incursionar en el campo artístico?
Es una actividad muy enriquecedora, la mejor forma de aprender historia, geografía, leyendas y mitos, que a uno le imprimen la verdadera riqueza y lo hacen más humano. Esa sensibilidad que se va a afinando de a pocos es lo que se traduce en la muestra itinerante Reinos del Norte que ya estuvo en Loja, Zamora, Machala y Guayaquil. Ahora puedo decir que la fotografía de viajes me ha salvado del enclaustramiento en la que te somete el diarismo envuelto en la vorágine de la noticia. Ahora este arte es mi forma de vida, mi mayor satisfacción.
2. Cuando conversamos en la inauguración de tu exposición “Reinos del Norte” hablaste sobre la trágica pérdida de tu hijo de 17 años, algo que ocurrió recientemente, tiene esto que ver con tu incursión en nuevos campos de actividad?
Sí, el 20 de agosto partió físicamente mi hijo, pero creo que ahora está más cerca que nunca, aunque toda despedida es dolorosa, más aun cuando se trata de un hijo muy talentoso, que a sus 17 años hizo mucho y dejó huella de su paso por este mundo. Como es natural, lloré y mucho, me lamenté, buscando explicaciones, pero a medida que me secaba las lágrimas iba levantándome del suelo, del abatimiento. No solo miraba el piso sino que miraba el horizonte hasta que comprendí que esa experiencia, inmensa y dolorosa, no era en vano y empecé a buscar esa luz al final del túnel, ese propósito. Entonces entendí que debía continuar la obra iniciada por mi hijo: terminar de grabar el disco de su banda Plus que estaba bastante avanzado, organizar el Festival de rock con bandas juveniles en el que él se empeñó; así como continuar promoviendo los valores de respeto al medio ambiente, la solidaridad, la sensibilidad y el compromiso social, y escribir un libro en el que resalte los temas que a él siempre le inquietaron, y que son propios de su generación. Esto me conllevó a dar los primeros pasos de una fundación que lleva su nombre a través de la cual se realizarán todas aquellas actividades, además estamos formulando un programa educativo para una educación en libertad, a fin de que los profesores entiendan que la enseñanza-aprendizaje no tiene que ser aburrida, sino divertida y que despierte el interés de los estudiantes; además de convertirse en facilitador de la identificación de la vocación u ocupación que aspiran los jóvenes, no después de concluir una carrera universitaria o técnica, sino que la podrían iniciar desde las aulas. Es un enfoque distinto al conductismo, es mirar la educación clásica al revés, basada en la libertad que implica conocer los intereses de los alumnos.
3. Hablaste también de “Resiliencia”, ¿qué significado adquiere en tu vida esta palabra?¿En tus fotos muestras “resiliencia”?
Sí, de mucho antes conocía el significado de esta palabra, entendida como la capacidad de sobreponerse a situaciones adversas, partiendo de los valores positivos de los seres humanos; pero qué difícil es cuando ya no eres el observador, sino que tú estás en el escenario y eres el l protagonista. Fue cuando entendí que me encontraba en una situación en que debía identificar una oportunidad compensatoria a la crisis que nos azota; a través de la cual nos protegemos de ese vendaval, lo cual lo convertí en un desafío en mi vida, el que todos los días asumo, con mucho entusiasmo y satisfacción, consciente de que todo lo que estoy concretando no son logros solo míos, sino que por medio está mi hijo guiándome, orientándome y facilitándome las alianzas que estoy estableciendo en este camino. Y eso ocurre porque no me centré en el por qué me ocurrió esa experiencia, sino para qué, y es la misión en la que estoy embarcado. En mis fotos hay algo de eso, en los rostros de la gente se lee mucha fortaleza y ductilidad, energía, que no se detienen a mirar cuán grande son los obstáculos sino cuanto son capaces de alcanzar, como miembros de su comunidad. Si observamos con detenimiento vamos a leer mensajes que van más allá que las simples imágenes.
4. ¿Qué deseas mostrar en el arte fotográfico? O qué quisieras que el público capte al mirar tus fotografías?
En las fotografías muestro la naturaleza, la historia y las expresiones culturales de los pueblos, en quienes uno encuentra muchos aprendizajes invalorables. Son imágenes captadas con una mirada muy personal que no se quedan en los simples hechos, sino más allá, en la profundidad de lo que guardan las comunidades, con sus tradiciones y sus modos de vida muy particular; especialmente porque guardan una herencia ancestral que está más vigente que nunca.
5. ¿Es la fotografía, a más de una rama del periodismo, un arte que debe ser más promocionado y valorado en nuestros países sudamericanos?
Efectivamente es una rama del periodismo; parte indesligable de la sociedad contemporánea signada por la cultura de la imagen en la que casi el 90 por ciento de la información que consumimos todos los días es a través de las imágenes; por eso la importancia de desarrollar una cultura del lenguaje visual, con la finalidad de descifrar mejor los mensajes que nos presentan, y no tragarnos todo ese contenido que, a veces, resulta nocivo. Esta formación debe iniciarse de la escuela, desarrollando la capacidad de la observación y la capacidad crítica.
Guido Sánchez continuará con la muestra fotográfica en otras ciudades del Ecuador y en otros países, antes de retornarla al Perú.
También tiene en mente desarrollar otros proyectos fotográficos relacionados con las comunidades nativas del nor-oriente peruano y por supuesto terminar el libro inspirado en los jóvenes, como tributo a su hijo Guido Estuardo.
Al terminar la entrevista Guido Sánchez agradeció al Consulado General del Perú en Guayaquil y a la gente de Guayaquil por su amabilidad y acogida, espera poder desarrollar un proyecto fotográfico sobre lugares del Ecuador.
A partir del próximo sábado once de marzo, con el auspicio del Consulado Honorario del Perú en Santa Elena, se expondrá la muestra fotográfica “Reinos del Norte” en la galería La Estación en Chipipe, Salinas.