Soy ecuatoriano, amo a mi país, creo en la democracia. Repito siempre en mi interior la estrofa de Olmedo en su “Alfabeto para un niño”: “Libertad, ¡oh dulce nombre! hermoso y celeste don, tú eres la misma razón, ¡tú eres el alma del hombre!». La libertad es la esencia de la democracia.
En el Ecuador, aparentemente estamos viviendo un período de incertidumbre que está haciendo peligrar la democracia. La autoridad, pese a la concentración de poderes está diseminada. Sale un día el Presidente de la República, la máxima autoridad de los cinco poderes y anuncia que habrá una segunda vuelta electoral; viene luego otra autoridad menor e indica que eso aún no está decidido, pues el anuncio oficial aún no está hecho, y que de acuerdo con la ley, hay que esperar 3 días más para ver si hay impugnaciones; nadie lo desmiente y los ciudadanos no saben a quién creer. Como todas las autoridades son del mismo equipo, parecería que estamos oyendo el cuento del gallo pelón y que al final, el Gobierno hará lo que le da la gana.
Uno de los cambios que es mandatorio en la Constitución, es que no puede permitirse la concentración de poderes en una sola persona o en un solo partido político. La diversidad es necesaria. No todos pensamos en la misma forma, aún entre hermanos o personas afines hay diferentes formas de ver la situación. El imponer un criterio, por más bueno que sea, es tremendamente destructivo. No todos los seres humanos fuimos cortados con la misma tijera, a uno le gustan las rubias, a otro las morenas y a otro más, las pelirrojas, a unas les gustan los hombres dominadores, a otra los sumisos y a otras más los liberales. Todos tenemos gustos distintos. No podemos imponer a los demás nuestra forma de pensar. El respeto a la opinión ajena es obligatoria, si yo quiero que respeten mi opinión.
Es necesario que se respete la palabra. Jugar a que yo digo algo y otro lo desmiente, lleva al caos y a la inseguridad, y el único perdedor es el pueblo ecuatoriano. “A río revuelto, ganancia de pescadores” dice el refrán, ¡pero eso no es la forma honesta de proceder! La ley es ley para todos y todos tenemos la obligación de respetarla.
Creo necesario que, si nuestro Presidente dice que ama a su pueblo, piense seriamente en la confiabilidad, la seguridad y la honestidad, que son necesarias para la buena marcha de un país.
Él no es el Presidente de los miembros de Alianza País, él es Presidente de todos los ecuatorianos y todos los ecuatorianos somos iguales ante la ley. No hay ecuatorianos de primera y ecuatorianos de segunda. Todos tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones y somos iguales ante la ley. Ojalá que esta cacería de brujas termine y los ecuatorianos podamos vivir en paz, con seguridad y con confianza.
Dr. José Fernando Gómez:
Su artículo tiene varias inexactitudes:
1) En el párrafo primero usted dice:»la autoridad pese a la concentración de poderes está diseminada». Si es concentración no puede estar diseminada. Son dos cosas contrapuestas.
2) La máxima autoridad electoral es el Presidente del CNE y sólo él puede emitir los resultados oficiales de las elecciones. Lo que digan otras autoridades no tiene porqué causar inquietud ciudadana. Además, su apreciación de concentración de poderes ha sido desvirtuada con la realidad de los hechos.
3) Por favor lea la ley de elecciones que dice: «los resultados oficiales deberán darse, no antes de tres días ni después de siete días contados desde el día de las elecciones». Entonces, porqué hacer falsos comentarios si el CNE ha actuado de acuerdo a la ley?
4) No se ha hecho lo que el gobierno le da la gana, mire usted que faltando solo cinco décimas de punto para llegar al 40% al candidato de Alianza País para ganar en una sola vuelta, con resultados limpios, el CNE ordena que se realice una segunda vuelta electoral, acto no sucedido en toda la vida republicana del Ecuador desde 1830. Lea la historia, aquí se han puesto Presidentes y se han botado a otros de acuerdo al poder de la banca, y de la oligarquía de turno.
Tampoco han influido en esa decisión los gritos destemplados de quienes quisieron incendiar al país so pretexto de defender la democracia !!! Peor de quienes llaman a la movilización civil y golpean los cuarteles !!! Solo es miedo, puro miedo.
Lo que sí causa incertidumbre son los comentarios apresurados, ambiguos, mal intencionados, desinformados y exagerados, emitidos por la candidatura interesada en alarmar, en ver cucos y mentir. Usted también en este artículo está emitiendo comentarios ligeros y ambiguos que debería reflexionar y enmendar.
La realidad de los hechos le desmienten al Sr. Lasso y a usted estimado señor.