Danielita:
Me dirijo a ti, como realmente lo eres. Una escritora consagrada.
Tienes el don de escribir, y ya a tan corta edad, has escrito tu primera novela. Novela que es un gran secreto su contenido.
Yo, de ella, solo conservo un pequeño fragmento, 3 cartas, que tu Colegio escogió, para insertarla en una publicación oficial, que junto a unas treinta cartas, versos y composiciones varias, tus compañeras y tú, lo hicieron solas, con la sola supervisión de la excelente coordinadora de Literatura del Colegio, que las agrupo y las alentó a escribir.
He leído ese Libro, y creo que, en cada una de esas “cartas”, hay un mensaje muy claro, de lo que son, de lo que piensan y del rumbo que tomaran en la vida.
La escritura, madura a los niñas como tú, y gracias a esas “descargas” de vuestro intelecto, logran plasmar y evadir las dificultades, -grandes o pequeñas-, que a tu paso, -corto aún en el tiempo y en el espacio- que deberán recoger en los años venideros, pero que lo tienen claro, así como, tu visión de la vida, que ya no será tan ideal o irreal como hasta ahora lo ha sido, que te pondrá a prueba en cada paso y en cada logro que alcances, con tu esfuerzo, constancia y decisión. Logros, que te llevarán a triunfar, frente a los demás y rebasar los limites inicialmente impuestos por ti, que paso a paso lograrás, sin desbordes, ni apresuramientos.
Recuérdalo, esta dicho en las escrituras: “Cada cosa en su lugar, cada emprendimiento en su tiempo”.
Que Dios te guíe en tu camino, y que los Santos y Santas del cielo, te cuiden en todos los instantes de tu vida.
Es lo que deseamos tus abuelos y todos los seres más queridos de tu familia.
Te queremos mucho Danielita y te deseamos lo mejor para ti.
Tus abuelos Pincho y Coca, Mariana y Danilo.