21 noviembre, 2024

Una nación en conflicto

El gobierno más largo de la historia republicana del Ecuador es el de “La revolución ciudadana” de Alianza País, tal vez comparable con la época del populista Velasco Ibarra. A vísperas de una Segunda Vuelta Electoral para elegir un nuevo mandatario, el Ecuador reclama y necesita un cambio. No es concebible que Alianza País se instaure perenne como en una especie de: ¿monarquía?, ¿dictadura?, ¿imperio? ¿Qué es lo que aspiran sus representantes? ¿No dejar nunca el poder? Eso no tiene sentido.

En 1830 tras separarse de la Gran Colombia, el Distrito del Sur pasa a ser la República del Ecuador; Simón Bolívar designa al militar Juan José Flores (nacido en Venezuela) como presidente, quien en un régimen autoritario gobernó hasta 1845, durante tres periodos presidenciales.  Vicente Rocafuerte, primer presidente ecuatoriano, asumió la presidencia en un intervalo, en 1835.

En nuestra línea del tiempo en el quehacer político nos vamos hasta el año 1861, cuando una Asamblea Popular nombró presidente de la república a Gabriel García Moreno, un político conservador que gobernó en un régimen casi dictatorial. García Moreno fue asesinado a machetazos por el colombiano Faustino Lemus Rayo, en 1875. La gente enardecida le gritaba: “¡muere tirano!” “muere jesuita” a lo que él respondió: “Dios no muere”.

Tomó la posta Eloy Alfaro, protagonista de la Revolución Liberal; quien también murió asesinado, pero de un tiro en medio de una turba en el penal García Moreno; luego su cadáver con el de otros liberales, fue incinerado en el Ejido (Quito), episodio se conoce como: “La hoguera Bárbara”.

Llegamos a 1934 cuando aparece en el escenario político José María Velasco Ibarra, quien fue cinco veces presidente del país. Estuvo trece años en el poder y tuvo casi cuarenta como referente en el populismo; sus gobiernos de inestabilidad se reflejan en el único periodo que pudo culminar tras ser elegido.

 

En 1972, durante su quinta administración, el general Guillermo Rodríguez Lara, conocido como “Bombita” dio un golpe de Estado y hasta 1978, cuando se convoca a elecciones, los militares se hacen cargo del país. El 10 de agosto de 1979 Jaime Roldós Aguilera asume la presidencia; en 1981 muere en un accidente de aviación, en momentos de descontento e inconformidad, por su gestión, a nivel nacional. Su sucesor fue el entonces vicepresidente Oswaldo Hurtado Larrea.

Desde 1984 hasta 1988 gobernó León Febrescordero Rivadeneira, personaje de gran influencia política y uno de los grandes líderes ecuatorianos. Lo sucedió el social-demócrata Rodrigo Borja Cevallos, y a éste el derechista, Sixto Durán-Ballén.  

En 1996 el populista Abdalá Bucaram Ortiz asumió el poder y luego de seis meses de gobierno fue destituido por el Congreso Nacional, alegando “incapacidad mental” para gobernar; Abdala Bucaram es conocido por sus seguidores y por todo el Ecuador como “el loco que ama”. Se le impidió a la vicepresidenta de entonces, Rosalía Arteaga Serrano, que continúe el periodo de gobierno para el que ella y Bucaram fueron elegidos, asumiendo la presidencia de la República, Fabián Alarcón Rivera; su gobierno interino duró hasta 1998 cuando ganó las elecciones Jamil Mahuad, quien gobernó dos años ya que fue derrocado por un golpe de Estado liderado por el coronel Lucio Gutiérrez, apoyado por el movimiento indígena. EL vicepresidente Gustavo Noboa pasó a ejercer la presidencia de la República.

Lucio Gutiérrez emergió como líder político y ganó las elecciones en el año 2003, fue destituido por el Congreso Nacional, en el 2005 y se encargó la presidencia al doctor Alfredo Palacio González, quien era el vicepresidente de Gutiérrez.

En el año 2006 el economista Rafael Correa Delgado ganó las elecciones presidenciales, apoyado por el movimiento Alianza País (Patria Altiva y Soberana); prolongó su primer periodo convocando a nuevas elecciones, y luego se lanzó para la reelección, contienda que ganó en el 2013. Lleva diez años ejerciendo la presidencia de la República.

Aunque se ha convocado a elecciones presidenciales y vamos a tener una segunda vuelta electoral el próximo 2 de abril, la sensación que existe en millones de ecuatorianos, o al menos en más de uno, es que el economista Correa y sus co-idearios del gobierno no quieren dejar el poder.

En una campaña de desprestigio a su adversario político se presentan como la única alternativa válida para seguir dirigiendo al país; siendo esto solo una de las partes del tentáculo, el resto está en el sometimiento de todas las funciones a una misma ideología comandada por una misma persona. En un país a donde las tres funciones del Estado están sometidas a un único pensamiento; nos podemos preguntar ¿a dónde queda el lugar para la democracia?

Pues si llamamos a la constitución de Juan José Flores, “la Carta de la Esclavitud”, a la de García Moreno: “la Carta Negra”, ¿cómo podríamos llamar a lo que posiblemente estemos a pocos días de vivir: ¿la carta amarga o la carta de la época podrida? … ¡La carta de la década robada!

 

Existen muchas denuncias de corrupción hacia los miembros del actual gobierno; el candidato a la presidencia por Alianza País es un hombre incapacitado físicamente, que no se ha conformado con los altos cargos que, pese a su discapacidad, ha ostentado, ahora quiere más… pero, ¿cuanto tiempo podrá ejercer la presidencia, si la gana? ¿Hay algo ya tramado con previo aviso a la Asamblea?

Solo unas anotaciones históricas para refrescar la memoria del inconsciente colectivo:

A finales de 1842, cuando iba a terminar su segundo gobierno constitucional, el general Flores, creyendo sobradamente en su poder, resolvió convocar a una nueva Convención Nacional con el propósito de anular la de 1835 -en vigencia- y dictar una nueva que se sometiera a su voluntad. Entre enero y junio de 1843 se reunió en la ciudad de Quito una nueva Asamblea Constituyente que, en su mayoría, estuvo integrada por personal de su entera confianza.

Si hay similitud a lo que está ocurriendo ahora, no es coincidencia. La gente que muta las manos por ventosas para aferrarse al poder, ha existido en todas las épocas.

Así bajo la influencia dominante del General Juan José Flores, la Asamblea redactó una nueva Carta Política, la tercera, que fue aprobada el 31 de marzo. Los términos en que fue redactada dicha Constitución, permitían a Flores gobernar el país de manera indefinida, pues según ella: “El Congreso se reuniría solo cada cuatro años, aunque contemplaba la creación de una Comisión Permanente de cinco Senadores. El Presidente de la República duraría en sus funciones por un período de ocho años y sería elegido directamente por el Congreso; también podría el Presidente nombrar a los ministros de las cortes superiores, a los obispos y canónigos, y directamente a los consejos provinciales. Los senadores durarían en sus funciones doce años y los diputados ocho, pero éstos últimos podrían ser reelegidos indefinidamente.”

Obviamente, se volvía a consignar la disposición que permitía ejercer la Presidencia de la República a los extranjeros casados con ecuatoriana, como el caso de Flores.

Esta Constitución produjo un gran descontento en el pueblo ecuatoriano, que culminó cuando en Guayaquil estalló la revolución que el 6 de marzo de 1845 puso fin al “gobierno floreano”, la llamada: Revolución Marcista.

La “Carta Negra”, fue dictada por una asamblea de idénticas características a la que redactó “la Carta de Esclavitud” de 1843, con la sola diferencia de que la primera era incondicionalmente fiel al general Juan José Flores, y ésta le era totalmente fiel al Doctor Gabriel García Moreno.

¿De ganar Lenin Moreno las próximas elecciones, qué nombre le pondrá la historia a la muy probable nueva constitución?

La historia hay que conocerla para no repetirla, Los de Alianza País hablan de “la revolución ciudadana”, …Yo recuerdo a las fuerzas de la Revolución Marcista, porque revoluciones para la estabilidad, el respeto y la democracia también se han dado en todas las épocas; las tiranías solo escupen al cielo sin tener conciencia de que un día les caerá el rayo que se merecen cuando menos lo esperan, así  crean que están avanzando  muy seguros con su arrogancia,  auto-investidos como los salvadores de la patria, por los viejos  caminos desvastados por la historia.

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Sobre el caso de los ex-empleados de Ecapag

“Aquel que simplemente es justo, es severo” – Voltaire –

Quiero empezar diciendo que Jaime Nebot, actual Alcalde de Guayaquil, no empezó este problema sino que lo heredó. Hablamos de 300 millones de dólares, según se lee en la prensa, que saldrían del bolsillo de todos los ecuatorianos. Es decir, el alcalde no está peleando por dinero suyo, sino por el de todos nosotros. Y si está peleando es porque cree tener la razón.

Por otro lado están los ex empleados de ECAPAG, quienes pelean porque también creen tener la razón y piensan que ese dinero no es de los ecuatorianos, sino de ellos. No podemos saber qué es lo realmente justo porque no conocemos a fondo este caso. Pero lo que sí sabemos es que hay mucho dinero en juego, y, por ende, todos queremos y merecemos estar enterados. El juez Wilson Luque no puede prohibir que la prensa esté presente en una audiencia tan importante. Las audiencias por principio son públicas y lo son más si hablamos de 300 millones que saldrían de fondos públicos. Además, por tratarse de una sesión a la que obviamente iban a asistir muchísimas personas y medios de comunicación, debió haber dispuesto que la misma se realice en un auditorio o en una sala mucho más grande (la tensión creada por la algarabía y muchedumbre contribuyeron a calentar los ánimos, o sea que podemos decir que la pelea tuvo como principal culpable la falta de planificación del mismo juez Luque).

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Debo empezar por reconocer la importante obra provincial que esta realizando la sra. prefecta del guayas, en todos los cantones de la misma. es una mujer que esta en el sitio que […]

2 comentarios

  1. Exelente Karina gracias por recordarnos la historia de nuestro país.
    Ojalá hayamos aprendido las lecciones que nos han dejado los políticos q nos han manejado a lo largo de nuestros días y que votemos por el cambio Es necesario ya.

  2. Dra. Karyna Arteaga:
    La historia que usted nos recuerda tiene varias omisiones importantes pero no me detendre’ en analizarlas.
    La de’cada del 2006 al 2016 ha sido la ma’s productiva para el Ecuador contemporaneo, es A DECADA GANADA, lo que sucede es que muchos historiadores amateurs y otros parcializados no lo vera’n asi’, ese es su problema.
    A mi me importa lo que mira la mayori’a del pueblo ecuatoriano: las grandes carreteras, mega hospitales, mega redes hidroele’ctricas, miles de escuelas y colegios, asistencia a madres desamparadas e infantes, 4.000 nuevos t’ecnicos y cienti’ficos ecuatorianos graduados en las mejores universidades del mundo. Estamos listos para el cambio de nuestra Matriz Productiva y caminar por el sendero de la tecnologi’a y el progreso.
    Hay una ceguera fi’sica que se puede curar y una ceguera mental, que es contagiosa y difi’cil de curar..
    Le aplaudo que al menos coincidimos en algo: ser hinchas de LIGA.

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