La función electoral y el apagón

Por noticias aparecidas en los medios de comunicación colectiva se conoce que después de un apagón cambiaron los resultados en las elecciones presidenciales, recordando la canción de la cantante mexicana Yuri que decía: “Con el apagón las cosas suceden, las cosas suceden con el apagón”.

En pocas palabras, fácilmente se desprende con este apagón   que la integración del Consejo Nacional Electoral obedece casi exclusivamente a motivos de orden particular del partido de gobierno.

Por otra parte, la constitución de 1945 tuvo muchos aciertos y, entre otros, vale la pena mencionar la creación del Tribunal Superior Electoral, organismo que estaba integrado por el Ministro de la Corte Suprema de Justicia, designado por ésta, un miembro del Tribunal de Garantía Constitucionales, elegido por ese organismo; dos ciudadanos elegidos por el Congreso y 3 representantes de las tendencias de derecha, centro e izquierda. Los redactores de la Constitución de 1945  quisieron en que el Tribunal actuara esa forma  que el Tribunal actuara lo más independientemente posible.

Asimismo, la Constitución de 1946 hizo algunos cambios y denominó al máximo organismo como Tribunal Supremo Electoral Autónomo. En el Artículo  23 se detalló la conformación de tal organismo que estaría integrado por tres vocales designados  por el Congreso, dos por el Presidente de La República y dos por la Corte Suprema de Justicia.

Nótese que   hay ocasiones en las cuales se hace realidad el aforismo “en tiempos pasados las cosas fueron mejores”, por la simple razón que cuando se piensa más en los intereses de la nación y no en un partido, la situación indudablemente mejora.

¿Tenemos los  ecuatorianos  derecho para protestas por la manera como se integra el Consejo Nacional Electoral y cómo actúan sus vocales? Indudablemente que sí, pues no son pocas las resoluciones contradictorias emitidas, sino también la actuación de muchos integrantes que tratan exclusivamente de complicar el proceso electoral.  Las acusaciones de distintos sectores nunca han dejado de existir y, al contrario, cada vez aumentan.

Ahora bien, las politizaciones de la función ha hecho que su imagen frente  a la ciudadanía se deteriore  de manera tan grave , que no les queda otra alternativa a los legisladores que reforman  la conformación  de este organismo con ciudadanos capaces , independientes, diligentes y que tengan, además, una inmaculada hoja de servicios.