Declaraciones espurias de Almagro contra Ecuador

“DEBEMOS SER LO SUFICIENTEMENTE INTELIGENTES PARA ADMITIR NUESTROS ERRORES Y LOS SUFICIENTEMENTE FUERTES PARA CORREGIRLOS”. Proverbio popular.

Sabemos usted, señor Almagro, yo y prácticamente todos los que, de alguna manera, somos conscientes de nuestro existir, que la vida es una fuente inmensa de contradicciones. Pero, también sabemos que desde semejante entorno de las relaciones sociales, estamos obligados a mantenernos, en fraternidad,  con la mayor serenidad posible. Razón de más que nos obliga a dar pasos firmes en un solo camino y con un solo objetivo de principios y valores. ¿No es esto, acaso,  lo que nos permite, así, identificarnos con una identidad propia, no enajenada, referente individual legítimo en contraste con la colectividad?.

Pero, desde esta perspectiva, hay algo que no encaja en sus declaraciones como demócrata y sus actuaciones políticas, frente a la vigencia gubernamental de ciertos países latinoamericanos. ¿Cómo así, por ejemplo, si está contra la dictadura de Maduro, por qué aplaude la de su compinche Correa en Ecuador, y valida el asqueroso fraude electoral de su títere Moreno? Son repetidas veces que en su enfrentamiento con Maduro, lo ha llevado a usted a confrontar al mandatario de Venezuela con términos no tan diplomáticos… Contestándole, hace algún tiempo, en el espacio oficial de la OEA en las redes, usted afirmó “No soy agente de la CIA… No soy traidor… Pero tu sí lo eres, Presidente, traicionas a tu pueblo y a tu supuesta ideología con tus diatribas sin contenido…”. Pero, además, para Luis Almagro, “cuando la política está polarizada la decisión debe volver al pueblo…”.  

¿Entonces? ¿Sufre de doble personalidad o tiene doble conveniencia política a futuro? Pero los crímenes contra las libertades y los derechos en ambos países son los mismos y tienen iguales efectos negativos contra la democracia. El problema en uno u otro país es solo cuestión de grado. Las decisiones del CNE, ilegales e inconstitucionales, hacen serio daño a la institucionalidad democrática nacional que hoy  está amenazada de muerte y aherrojada por una dictadura fascistoide. ¿De qué otra forma definir este gobierno que, violando la Constitución no respeta ni los derechos humanos, ni las libertades cívicas, ni las garantías de seguridad colectiva? ¿O no está enterado usted, señor Almagro,  que desde hace 10 años, este régimen, adueñado de todas las funciones del Estado,  viene criminalizando la protesta social, incluso el derecho a la resistencia frente a “las acciones y omisiones del poder público”?

¿Y sobre el atraco a los dineros del Estado  que suman el derroche de más 350.000 millones de dólares, y la deuda externa impagable de más de 40.000 millones de dólares? Estas condiciones socio políticas antidemocráticas, que está  sufriendo la población ecuatoriana, usted  si las conoce Sr. Secretario. Y sabe también que la Constitución aprobada en el 2008 no es más que una especie de pintura surrealista, que aparenta un Estado garantista, falso en la práctica de falsedad absoluta. ¿O es mentira que la arbitrariedad ejecutiva  reprime a las comunidades indígenas quitándoles sus tierras ancestrales y  encarcelando a sus directivos, prohíbe la instrucción universitaria libre, enjuicia al periodismo de oposición  y negocia la explotación mineral de los sitios declarados de patrimonio universal como el Yasuny?  Es por todo esto que este comentarista expresa, con mucha seriedad y preocupación, como ciudadano libre, que sus declaraciones sobre Ecuador son ESPURIAS (FALSAS, ADULTERADAS), con las que solo busca quedar bien, pero que hacen mucho daño al país y a su pueblo. Usted, por el contrario, debería denunciar el gobierno antidemocrático en que subsiste Ecuador, y advertir de la alternancia gubernamental en peligro, por el escandaloso fraude electoral cometido.  

¿Qué lo impulsa, por lo tanto, señor Secretario de la OEA,  a desgañitarse con una apología, tan falta de sindéresis con su cargo, al decir sobre Correa, que  “Su trabajo como político ha sido extraordinario a la hora de dar al país solidez institucional y estabilidad política, lo ha hecho en tiempos de bonanza económica y lo ha hecho también en tiempos no tan buenos”?. ¿Es para usted, tal vez, “solidez institucional” la corrupción institucionalizada igual que la impunidad y la “estabilidad política” el autoritarismo policiaco fascista instaurado? ¿Sería, quizás, necesario de oficio que la OEA recabe, de forma independiente, una información extra, al respecto, y que, contrastando con lo pertinente publicado en medios escritos, televisivos y, sobre todo, videos y audios de las redes sociales, pueda tomar una decisión serena, ecuánime?

El pueblo ecuatoriano con sus masivas expresiones de protesta ya ha deslegitimado este gobierno de Moreno impuesto por el fraude.  Además,  si se mantienen las cosas en beneficio del candidato oficialista, éste será un gobernante sin ninguna legitimidad ni legalidad. Esta situación agravará la crisis política y económica en Ecuador que no tardará en igualar a Venezuela. Pero ahora, ¿con el aval y la legitimación de la OEA ? Algo que, por supuesto, nos resistimos a creer, peor aceptar. Si no tiene información cierta de los 10 años de la corrupción bajo el socialismo del siglo XXI, señor Almagro, entonces sería de excelencia diplomática que guarde silencio, hasta enterarse correctamente de las cosas. Entiendo que en su cargo las decisiones, internas y externas de la institución, corresponden a un alto grado de seriedad. En nuestro país, Ecuador, hay mucha gente y entidades que han soportado los embates de la arbitrariedad correista, y estarían dispuestos a absolver sus dudas…