En este caminito referido, se ha solicitado la instalación de un TRANSFORMADOR adicional, por los constantes apagones, dado el desarrollo del sector en referencia, que cuenta hasta con Hotel y varias nuevas viviendas vacacionales. Que la Institución respectiva deberá instalar, toda vez, que existe el poste, que soporta el peso de cables de alta tensión. que por la fuerza de un árbol contiguo y frondoso, (almendro) lo tiene notoriamente inclinado….!!!!!!., cuyas ramas, han venido presionando por años contra el mismo. La inclinación ha llegado a su límite máximo.
Se agravó la situación en este invierno – con las lluvias que se dieron y que continuarán hasta el mes de MAYO o, quien sabe, con los lluvias de este “Niño” atrasado -que se dieron con fuerza en el mes de marzo- y con menos intensidad en lo que va del mes de Abril, – «Abril aguas mil» -.
Este poste podría colapsar y causar a los propietarios aledaños, un serio y/o grave percance, toda vez que algunas viviendas fueron construidas hace muchos años, de madera y las más nuevas de cemento, pero con techo de paja de CADE y ciertas instalaciones son de gas, para las cocinas y las lavadoras de ropa.
He escuchado la queja en OTROS balnearios de la Península de Santa Elena -Punta Carnero, Salinas y Ballenita- por ej: la elevación desmedida de las planillas de luz, aún sin haber ido a vacacionar tales familias, por decir, el caso que conozco, de $80 a $300,00 en el presente año. Esperemos que se trate de un error de digitacion, o de la lectura del MEDIDOR o de un desperfecto del mismo, que innecesariamente aceleró el “plato” circular que determina el consumo.
Tampoco estaría motivado por la inflación, porque esta no llega a un dígito, según informes del B.C.E.
San José, cuenta con un riachuelo de agua dulce, que baja de la montaña, (derivaciones de la cordillera CHONGÓN-COLONCHE), QUE EN OCACIONES SE DESBORDA Y AFECTA ADEMÁS, LA PLAYA HACIA EL MAR. Se requiere en ese lugar un mejor encausamiento de este riachuelo, que forma una lagunita nada profunda para que en ella se bañen los niños, que no están preparados aún para bañarse en el mar, que en ese sector es de olas en seguidilla, arremolinado y de fuertes corrientes, cuando sube o baja la marea.
A este peligro potencial para los niños, se agregan otros más: Los cuadrones, los camioncitos de compraventa de pescado y las motocicletas, por el exceso de velocidad que en ocasiones imprimen, causando mucha tensión y mayor cuidado por parte de sus padres, que no siempre están atentos de los niños y de estos peligros.
Bien por las vacaciones en la playa, pero, OJO: mucho cuidado con los niños.