Talvez, mi no especialización en Arquitectura de puentes, malecones y otros etc. merezca me digan “zapatero a tus zapatos”. Pero de lo que he leído y conozco de nuestro malecón 2000 – Incluso de cuyo libro Historia del Malecón, autoría de José Antonio Gómez Iturralde que tuve el honor de hacer su presentación -27 de octubre de 2005- leí todo lo que sobre él se ha tratado respecto a su estructura arquitectónica- y más.
Contando con la contribución y aporte financiero para su construcción de “algunas instituciones bancarias y empresariales de la ciudad” y de “las donaciones de personas naturales o jurídicas de sus deducciones del impuesto a la renta… a favor de la Fundación Malecón 2000…” (Ley 2002-92) (pág. 203 Historia del Malecón)
En cuanto a la estructura arquitectónica del puente se trató de interpretar, dentro de las preciosas áreas verdes de su entorno, en una extensión de 2 ½ kilómetros a un atracadero: desde las balsas prehistóricas a vela, a los barcos a carbón con sus grandes chimeneas y los de alto calado del presente “entre puentes de embarque y desembarque”. (Me lo conozco de memoria, por mi transito diario de una hora-a medio trote, de uno a otro extremo, ida y regreso, desde hace algunos años).
Y entonces, ahora mi gran preocupación, al ver sacar todas las escotillas de las “cubiertas de los buques”, lo cual no solo le quita el simbolismo al presente de formas náuticas ancladas en el malecón del río Guayas- sino también la luz a los espacios inferiores a él donde hacen el papel de tragaluz.
Preocupada, me bajé al piso inferior para comprobar lo que escribiría aquí. Y en verdad se está tapando la luz natural a ese sector, como igual lo hermoso que es ver en los lugares, donde todavía no las han cubierto, una casi como gigante luminaria por el traspaso de la luz natural. No obstante me digo – Si hay alguna razón arquitectónica para eliminarlas: tal vez podría ser lo demasiado numerosos en ciertos sectores, por lo que sería obligación, dejar algunas como referentes.
Y en cuanto al material de dichas escotillas, que son estructuras metálicas y grandes circunferencias de vidrio reforzado, no mandarlas como deshecho al botadero, sino hacer algo con ellas, para cumplir con las 3 R ambientalistas: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Que se ponga a activar la creatividad de los arquitectos de Malecón 2000, con artistas guayaquileños, para levantar una estructura decorativa de referencia.
Y con este llamado a la Fundación Malecón 2000, que entre tantas cosas, es digna de encomio por su mantenimiento, limpieza orden y seguridad, también a nuestro Alcalde Jaime Nebot, para que el M. I. Municipio de Guayaquil que ejerce la presidencia de la entidad, tome cartas en el asunto, ya que luego de Febres Cordero, que inició esta gran obra como Alcalde de la ciudad, es Nebot quien cumple uno de los ideales de sus fundadores, a “que no caiga en manos inconvenientes…” (pág. 199 Historia del Malecón).
Y a los ignorantes, como yo, explicarnos las causas y efectos de esta acción.
Es un alivio encontrar a alguien que realmente sabe lo que están hablando en Internet . Definitivamente, que sabes cómo llevar un blog a la luz y que sea importante. Más gente tiene que leer esto.