¡Atención a “los juegos virtuales”, que deben llamarlos drogas virtuales, ya que igual a las ingeribles, están atentando moral y físicamente contra la vida de jóvenes, adolescentes y hasta de los niños-
Juego significa, según el diccionario, distracción, diversión–sometidos a reglas y reglas son normas que han de regir la conducta de los hombres para que sean rectos.
Los juegos a los que hago alusión son totalmente criminales de las normas humanas positivas.
Este llamado de atención es a los padres a ejercer su deber y derecho de cuidar las vidas de sus hijos sin amedrentarse ante ellos, ni engañarse con -¡Mi hijo no!-
Oí a un padre decir con satisfacción –Mi hijo no sale a la calle, pasa en su cuarto toda la noche-
Y ese pasar en su cuarto- ¿lo ha controlado? Junto al adminículo que él mismo se lo compró, con el que se pasa hasta altas horas de la noche y madrugadas en los tales “juegos virtuales”.
Juegos que tienen tantas aristas: desde la acción cobarde, para inferirse insultos inmundos de irrespeto con sus compañeros, tocando hasta a sus hermanas y madres… a los juegos sexuales, haciendo festín e irreverencias con ellos.
O los manipulados por gente inescrupulosa que incitan a destruirse… Pobre niño, púber o adolescente recibiendo conocimientos en deterioro de su salud mental y aquellos que caen en manos de depravados, llevándolos “con sus juegos” hasta a la muerte, no solo moral, sino también física.
¡Alerta padres! ¡Sus hijos los necesitan! Ahora, más que nunca, para cuidar y guiar sus vidas que, sobre la base biológica y social, está la acción espiritual de ustedes como responsables de su vida presente y futura.