Las “TRILOGÍAS”, también pueden manifestarse, en materias jurídicas, políticas y físicas.
En la anterior constitución (Constitución Política del Estado), La función judicial, se dividía en tres niveles judiciales: El 1ero. a cargo de los jueces, el 2do. a cargo de la Corte Superior y el último (3ero.), la Corte Suprema de Justicia. Tres estamentos diferentes de administración de justicia, cada uno con autonomía judicial y en fallos, en ocasiones diferentes, sobre una misma materia y en un mismo proceso.
En lo político, sucede algo similar. Se da el caso de, un mismo gobierno, ejercido por tres personas, que tomaba el nombre de “TRIUNVIRATO”, que podían ser Civiles o Castrenses, dependiendo del componente humano y de la circunstancia jurídica del país en cada etapa política.
Las “TRILOGÍAS”, también se presentan, en los elementos físicos, el caso que más me llama la atención es el agua. Se manifiesta en tres estados: el sólido, en forma dura (maciza), por ejemplo, el hielo, o las nieves perpetuas de las altas montañas, o la parte más extrema de los Polos (Norte y Sur). En estado líquido, (el agua), en ríos, mares y lagos; y en forma gaseosa, en forma de nubes.
El elemento físico, es el mismo, pero cumplen funciones distintas, de acuerdo al estado en el que permanecen, el ejemplo más claro, es cuando el agua hierve y se transpira en vapor, por efecto del calor.
Podríamos añadir, otros ejemplos y tambien Uds. Pero, solamente deseaba poner de manifiesto esta circunstancia, característica de ciertos aspectos de la vida en comunidad, que rigen o dan paso a otras consecuencias -no siempre racionales-, como, por ejemplo, las guerras, entre naciones, o entre grupos religiosos, o de extremistas, que sólo tienen como objetivos la destrucción o la muerte y la imposición de una consigna determinada, sin reparar en las consecuencias que causan con este método o finalidad política.
La intransigencia, las ansias de poder y la permanencia indefinida de sus posturas, esto es, el sólo interés de destruir o matar, han creado y están creado en varias partes del mundo, zozobra, intranquilidad y caos, que atentan con las intenciones de los pueblos, de vivir en paz -que no es la paz de los cementerios- sino, el ambiente ideal para el intercambio de ideas y de procedimientos, para alcanzar el desarrollo sostenido y sostenible, y amigable con la naturaleza, como lo establece nuestra Constitución vigente.