Al menos se perciben nuevos vientos con este nuevo gobierno, sin embargo aún es muy temprano para hablar de cambios estructurales en el país.
No se ha arrancado con un gran programa de recuperación económica nacional, no se ha hecho una cirugía profunda a todos los estamentos del Estado para erradicar cualquier vestigio de corrupción. No han caído todos los que tienen que caer por actos de corrupción, pero al menos vemos que se tiene la intención de poner la casa en orden, promoviendo la iniciativa de aglutinar al país mediante el diálogo. Esto es algo que durante la última década no se veía.
¿Cuándo íbamos a pensar que el presidente de entonces invitaría a sus opositores políticos a tratar temas de importancia nacional? Recordemos que la característica de la anterior administración era manejar los designios del país según sentía ese presidente. Esto parece estar cambiando.
El redil verde flex ha estado tan acostumbrado a ese estilo de manejo unipersonal, que ahora cuando el presidente en funciones se muestra abierto al diálogo con otras tiendas políticas, saltan de inmediato voces desde los más altos cargos del partido, advirtiendo los peligros de contaminarse al invitar a los “malvados” de la oposición, adornándolos con adjetivos calificativos retrógrados. Veremos si se tiene el temple para mandar a pastar a quienes no se han dado cuenta de que el gobernar y dirigir un país no es igual a guiar una rebaño de borregos que con golpe, silbido y gritos se apuran, corrigen o detienen su paso.
¿Con qué ínfulas escriben y descalifican todo lo que es ajeno a su partido, color y camiseta? Es que se creen perfumados por algún incienso que los hace alucinar, sintiéndose rodeados por un halo de divinidad por el solo hecho de enunciar que buscan el interés del pueblo. Ya nadie les cree esa cantaleta.
Dejen de tuitear tonterías, como el que sabemos. Si no están dispuestos a contribuir con el restablecimiento de la democracia, independencia de poderes, justicia, revolución económica y reconstrucción del país que nos dejaron, den un paso al costado y no estorben.
DESDE QUE AP CONSIGUIÓ MAYORÍA EN EL CONGRESO ERA DE ESPERAR DE QUE EL GOBIERNO ES EL MISMO, LO DEMÁS ES ENGAÑO.
Debe recordar usted que Alianza País ganó las elecciones y no el banquero de su predilección. Los cambios estructurales a los que se refiere tienen que ir acompañados del enfoque del bien común y no el de los grupos oligárquicos a los que usted defiende. Claro, están con diez años de sequía y tienen sed.
Respecto a la corrupción, lo he dejado bien claro aquí, que se debe hacer una cirugía mayor a todos los estamentos del Estado para que vayan a la cárcel todos los corruptos, los de hoy que a mi me averguenzan. Pero también los de ayer, los que llegaron del exilio creyendo que el pueblo se ha olvidado de sus travesuras y ahora se creen santos, buenos y hasta se permiten dar consejos de honestidad. Usted no recuerde?
La corrupción viene desde el año 1998 cuando a puerta cerrada y dentro de un cuartel, los aniñados oligarcas nos impusieron una constitución a su imagen y semejanza, donde prepararon el asalto bancario con premeditación y alevosía. Tampoco lo recuerda?
Quienes creemos en la Revolución Ciudadana, que ganamos las elecciones con el voto popular, que nunca estuvimos en un cargo del gobierno, que nunca obtuvimos un contrato de 100 dólares y que trabajamos en la empresa privada por 35 y más años, tenemos las manos limpias y no permitiremos que personas con el auto título de analistas, nos ofendan con generalidades. Quien le escribe es un ciudadano formado, con criterio propio y con un pensamiento de izquierda desde su juventud. Yo creo que el redil está en la ultra derecha a la que usted defiende, gente con escasos recursos intelectuales y con el único y fatuo recurso económico.
Respecto a lo demás que usted dice, parece que está viendo otro partido, quienes siempre estorban para conseguir las conquistas sociales son los perfumados señoritos, que siempre pusieron Presidente, tuvieron al Estado en sus manos para su uso y beneficio. No recuerda a los gobiernos socialcristianos? No recuerda al inefable Mahuad y su super ministro Guillermo Lasso? No recuerda a Bucaram y su familia? No recuerda y Gutiérrez, su familia y los coronelitos? Parece que usted no recuerda pero se permite darnos clase de historia y moral.
La juventud de hoy, hablo los de 19 , 20 y 25 años, no recuerdan lo nefasto que fueron esos gobernantes de turno porque eran niños, ellos no sufrieron en carne propia lo que es el arrebato de los ahorros de toda la vida de sus antecesores, los feriaados bancarios, al hambre que sometieron al pueblo con sus medidas económicas y el reparto de la troncha entre amigos y familiares, y estos gobernantes son los que ahora quieren engañar a la nueva generación que es hoy mayoría, es importante concienciar a este grupo de electores para que se enteren lo que fueron estos personajes y de una vez por todas enterrarlos.
Me alegra mucho que jóvenes de hoy tengan una postura altiva y se enteren lo que en el pasado hicieron esos gobiernos corruptos y porqué en 15 años tuvimos 12 presidentes. Uno más corrupto que otro, duraban un año y el de Bucarman cinco meses, pero en ese lapso hicieron muchas travesuras.
Lo terrible es el cinismo, de los corruptos, creen que el pueblo es tonto y que se olvida, ahora quieren darnos clases de moral, de ladrones ahora hablan de otros ladrones, como que hubieran categorías para clasificar el mal..
Es necesario que la juventud se empodere de lo bueno que tiene nuestra gente, de que no todos somos ladrones, tampoco tontos y desmemoriados.
Infeliz el pueblo que no tenga pasado y que de ese pasado no saque experiencia para no tropezarse dos veces.
Quienes se dan el título de analistas, deberían leer la historia, entenderla, reflexionar y sacar conclusiones, pero no….les resbala lo que decimos. Para ellos hay una sola verdad, la tuya y borra y va de nuevo, darle palo al tema Odebrecht. Como que la justicia necesitara sus sabios consejos para actuar. Todo en la vida se sabe, todo tiene su principio y su final. Se llega a conocer todo sin necesidad de los sabios.