21 noviembre, 2024

Otra cosa es el actual gobierno…

Definitivamente estamos frente a un estilo diferente en la manera de gobernar.

En comparación con el anterior, el actual mandatario está dando muestras de que su sello personal es el que va a estar presente en la conducción del país.

Inclusive la esposa del actual gobernante, está participando activamente en las áreas en las que su presencia pueda serle útil a su esposo.

Se acaba de reunir con las esposas de los alcaldes y solo este hecho ya en sí mismo es una diferencia con la esposa del mandatario anterior.

No se trata de cuál es más buena o simpática, sino de cuál ayuda más a su esposo en la difícil tarea de gobernar.

Ya no existen sabatinas, viernecinas ni cualquier dieines.

Ahora en el país se respira una tregua de paz transitoria, que algunos escépticos dudan de que sea real y piensan que todo este clima de tranquilidad ciudadana, se trate de un engaño preconcebido.

Estas dudas son normales psicológicamente hablando.

Si fuimos acostumbrados a vivir sometidos a una confrontación permanente, en nuestro cerebro existe un reflejo condicionado que genera desconfianza a todas las actitudes que provengan de quién ejerza la primera autoridad.

Estábamos programados para diariamente coexistir con el abuso, los insultos y la prepotencia, por lo que para la aparente paz que disfruta por el silencio en el que ahora nos movemos, resulta que interiormente cada uno psicológicamente nos decimos; ahhhhh hay que ver cuánto dura esto, ahhhh a lo mejor todo pronto se acaba y volveremos a lo mismo.

Lenin Moreno está empeñado en generar un clima de estabilidad y diálogo con los diferentes sectores de la sociedad.

Para ello, las mesas de diálogo son un paso diferente que nunca se dio en el gobierno anterior.

Paradójicamente el principal desestabilizador del gobierno de Lenin Moreno es el ex presidente.

En la medida que el ausente pueda controlar el síndrome de abstinencia causado por su grave adicción al poder, el nuevo presidente podrá hacer más fácilmente las cosas a su manera y sobretodo sin interferencias en la toma de sus propias decisiones.

Debemos entender que la oposición a Lenin Moreno, no vendrá de la oposición.

Los principales opositores a su gestión, serán sus propios militantes de Alianza País.

Estos se han acostumbrado a imponerse con el poder que tenían, por lo que les será muy difícil aceptar los diálogos que sé tengan ahora con quienes según ellos, son los antipatrias causantes de todos los problemas de la república.

Que decir de quienes tienen ahora una gran opulencia económica, que fue lograda por el manejo del poder que les fue conferido.

Si Moreno públicamente se reúne con los directores de la prensa libre y privada del país y les pide que denuncien cualquier acto de corrupción que se cometa en su gobierno, entonces el principal enemigo de los que cometen esos actos es el mismo presidente.

Si antes podían robar y ahora no pueden, hay que estar contra quién se los impida.

Desde que comenzó este gobierno no se ha enjuiciado a nadie, ni se ha querido meter a ningún ciudadano preso por rascarse la cabeza mientras la comitiva presidencial pasa por las calles.

Ya no hay burlas, sarcasmos ni discursos peyorativos.

Ojalá que este cambio de estilo perdure.

Ojalá que los que se han beneficiado del poder durante diez años, comprendan que ahora se está tratando de ejercer el mismo poder pero de una manera diferente.

Todo este clima de tranquilidad será necesario en unos pocos meses, cuando la crisis económica no se la pueda ocultar más y tenga que estallar.

En ese entonces y solo entonces descubriremos la verdadera capacidad para gobernar del presidente.

Por razones de la urgente necesidad de transparencia, el juicio político al vicepresidente debería ser el mejor escenario para que si no ha hecho nada, desde este supremo foro pueda demostrar su honorabilidad, su inocencia y manos limpias.

El juicio político es eso, un juicio de carácter político.

No es un juicio penal.

Es una investigación pública de las responsabilidades políticas de cualquier funcionario en el ejercicio de la función que se le ha encomendado.

La culpabilidad o la inocencia del funcionario será decidida por la mayoría de votos de los asambleístas, pero quién en definitiva absolverá o condenará al enjuiciado, será la moralidad de todo el pueblo ecuatoriano.

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Deben ser de las preguntas más comunes hechas por los seres humanos, ¿para qué estoy aquí?, ¿qué sentido tiene la vida?

Muchas veces me pregunto lo mismo, y antes de dormir dejo la pregunta realizada en mi mente y en mí corazón confiando en que desde la profundidad de mí ser emergerá la respuesta, dada por Dios en su misericordia.

Lo cierto es que cuando me levanto, al siguiente día, no recuerdo si apareció la respuesta. Pero en mi, hay una actitud diferente y esto desde hace algún tiempo.

2 comentarios

  1. Yo soy una de las escépticas que no creen en este «nuevo gobierno», para mi son los mismos de siempre, están en todos los cargos claves todos los Socialistas del siglo XXI los de siempre. El juicio a Glas quedó en nada, y todos los días anuncian que ya van a dar los nombres de los implicados en casos de CORRUPCIÓN y luego se lavan las manos.

  2. Comparto el criterio anterior pues son los mismos de antes. Porque no dejan que se tramite el juicio político al Vicepresidente pues si es inocente es la mejor manera de demostrarlo o es que están tapando algo?

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