“La humanidad empezará verdaderamente a merecer su nombre el día que haya cesado la explotación del hombre por el hombre.” Julio Cortázar
En la primera parte de esta reflexión sobre la conciencia, les solicité hacer como un pequeño ejercicio: ¿cuál es la diferencia entre conciencia y consciencia?
Comenzaré por ello transcribiendo varias definiciones obtenidas en la investigación que en forma clara y resumida lo explican.
Asi tenemos: “Conciencia: conocimiento de lo que nos rodea, en base a los órganos de los sentidos. En el sentido moral la capacidad de distinguir entre el bien y el mal.”
“Consciencia: conocimiento de sí mismo. La consciencia define el ser. Ser consciente de sí mismo y de lo que nos rodea en base a lo que uno es. Otra definición es la que asocia la consciencia a un estado de unión con la vida universal. Es una expansión continua, igual que el universo.”.
A partir de estas definiciones tenemos conocimiento de nuestro ser y de lo que nos rodea, con conciencia de lo que hacemos bien y mal y los sentimientos de remordimiento cuando hacemos algo mal.
Pero la consciencia que nos asocia al estado de unión con la vida universal nos obliga a reflexionar sobre los niveles de esta unión, partiendo de lo que nos une a nuestras familias como núcleo y corazón; de la unión y vínculo con nuestra comunidad, ciudad, país, continente y finalmente con nuestro planeta y el universo.
Somos conscientes del bien y el mal, debemos entender y asumir las consecuencias por la responsabilidad de nuestras acciones positivas y negativas asi como por nuestras omisiones.
Debemos tener conciencia de los daños que ocasionamos en el campo moral, ético y legal, asi como consciencia de las afectaciones a nuestras familias, ciudades, países y planeta.
Cada político, ejecutivo o persona que con sus actos y comportamientos cause daños, viole leyes, del hombre, la naturaleza y otras deberá ser sancionado en todas las instancias desde la local a la planetaria.
Tenemos que entender y tener consciencia de nuestra unión con la vida universal y que todo tendrá consecuencias, que cual bumerán volverá contra nosotros y los nuestros, pues en este mundo globalizado todo se conoce y está conectado a nivel mundial, y un delincuente local quedará como delincuente mundial por la consciencia universal que nos une, es decir, el acto psíquico que nos permite percibirnos en el mundo,como conciencia social.