El Dr. Nicolás Parducci Sciacaluga, se me adelanto, en este tema, -”¿Ferrocarril a Salinas?”-, tema penoso para los ecuatorianos, por múltiples razones, que trataremos más adelante.
Por ello, no puedo dejar de leer “El Universo”, pues, en ocasiones a través de sus Editorialistas me informo, por ejemplo, del desastre de las carreteras del país, en la actualidad, que contribuyen a aumentar el número de accidentes en las vías, con la secuela de muertes, heridos y hasta de “unidades” de transporte de pasajeros, calcinadas, que se agregan a cierta irresponsabilidad de algunos “profesionales” de la conducción del transporte “masivo” de pasajeros, entre distintos poblados, poblaciones y ciudades del Ecuador.
Me entero, por ejemplo: de bellos lugares, turísticos, descritos por el Dr. David Samaniego Torres, un “viajero”, con familia y amigos muy cercanos incluidos, en sus recorridos por las provincias del Cañar, Azuay y en ocasiones del Oriente ecuatoriano, soportando dificultades de malos caminos, escasa y en ocasiones costosa hospitalidad en Hoteles u Hostales familiares, incluidos “Resorts”. O, de las dificultades de Doña Nelsa Curbelo, para cremar a su centenaria madre, que “se le ocurrió morir un Domingo”.
Trámites que no hay quien los atienda “en Domingo”, y por último, no le queda más a los usuarios, que “irse por la izquierda” o no entierras o cremas a tu ser querido. O, sus agradables comentarios sobre la ciudadela “La Ferroviaria”, la parroquia predilecta del P. Gomez Izquierdo, que la catapultó a la atención de los gobiernos municipales, que hoy está convertida, en un bello lugar, muy bien “regenerado” por la actual Administración municipal guayaquileña.
Vuelvo al tema que me ocupa y al artículo del Dr. Parducci. En la ciudadela “La Ferroviaria”, quedaba la estación del tren de Guayaquil a Salinas, después que colapsó el puente sobre el Estero Salado, por el que cruzaba, hasta llegar a Guayaquil, estación final, que presumo se encontraba detrás del Colegio “Vicente Rocafuerte”. (nunca conocí tal estación).
Por ello, el titular a este escrito, -trágica y no menos penosa- “Historia del Ferrocarril en el Ecuador”.
Fue Charlie Verdezoto, a través del Dr. Jorge Pino Vernaza, quien nos hizo llegar, vía e-mail, la historia de la Construcción del Ferrocarril Guayaquil-Salinas; que surgió de la iniciativa de un grupo de Patricios Guayaquileños, quienes crearon una empresa privada para su construcción, con financiamiento propio inicialmente y posteriormente Municipal, hacia los años treinta del siglo pasado.
Pasando, después, -de la tragedia del colapso del puente sobre el Estero Salado, al momento de cruzarlo, cayendo con sus vagones de pasajeros y carga, a las aguas del Estero-, a manos del Estado.
Ramal, que finalmente fue retirado, por falta de mantenimiento y por falta de pasajeros suficientes, por su demorada trayectoria, y gracias también, a la competencia de las Cooperativas de Transporte hacia las poblaciones de la Península. (Playas, Progreso, Sta Elena, la Libertad, Salinas, Ancón, Anconcito, etc.).
Sus rieles fueron levantadas y convertidas en postes del cableado telegráfico primero, y luego de energía eléctrica, hacia esas poblaciones.
Su trocha, sirvió de trazado de la tubería de agua potable a Santa Elena, Libertad y Salinas, que les servía de agua potable, la Planta de Agua Potable de Guayaquil, que, “coincidentalmente”, se rompía en épocas de turismo masivo de los guayaquileños y no guayaquileños, en épocas de Carnaval y Semana Santa, principalmente, y se suplía con “tanqueros”, que recobraban su buen negocio.
Caro y pésimo servicio. Hoy, utilizado como abastecimiento alternativo por la gran influencia de miles de ecuatorianos y extranjeros hacia estos maravillosos balnearios de la costa ecuatoriana.
No utilicé jamás este transporte ferroviario, pero, sí observaba la “cabalgata” del tranvía, a mis ocho/diez años, cuando me dirigía en transporte, (tipo chivas),que hacían estación en la Plaza de la Victoria, primeramente, o en automóvil, a Playas primero y a Salinas después. Toda vez que el trazado de la linea ferrea, iba de manera paralela a la carretera a Salinas, de ese entonces, en algunos tramos de la misma.
El actual mandatario ecuatoriano, podría concesionar la reconstrucción de esta vía férrea y extenderla a las poblaciones de toda la provincia de Santa Elena, e incluso, extenderla hasta Manta, con fines turísticos, aunque se corre el riesgo de la oposición del Transporte de pasajeros y de carga, que tienen mucha influencia y poder decisorio ante las autoridades, locales, provinciales y nacionales, además de su monopolio.
Vamos, pues, por la reconstrucción del ferrocarril hasta Salinas, Montañita, La Entrada y de ser posible hasta Manta.
SALUDOS A CHANDUY Y AL ECUADOR,ALGO HA FALTADO EN LOS TEMAS DEL FERROCARRIL A LA COSTA,Y QUE POCOS SON DE LA PENINSULA,NO SE EMBARCARON NI EN LA LOCOMOTORA,NI ENNLOS,AUTOFERROS,EJEMPLO EL MAQUINISTA O CONDUCTOR DE CHANDUY,SU FAMILIA Y SUS HEREDEROS,DE ESO VAMOS A,ESCRIBIR,»CHANDUY,ESTADOS UNIDOS Y EL FERROCARRIL GUAYAQUIL-SALINAS,LCDO.ÁNGEL FERNANDO LUCÍN TERÁN-PERIODISTA PROFESIONAL