La información que traen los diferentes medios sobre los casos de corrupción que se han dado en la década del correismo es realmente abrumadora. No se termina de conocer los millones que se han levantado en adquisiciones de diferente índole, construcción de carreteras, hospitales, escuelas, negociaciones petroleras, etc., y ya está reventando otro con diferentes protagonistas.
Lo de Odebrecht está pasando hacer solo la punta del ovillo de todo lo que es una gran madeja que fue envuelta, entrecruzada y diseñada en forma tal que no se descubran las trafasías realizadas por aquellos que hoy se defienden como gatos patas arriba, apoyados por el aparate montado y liderado desde la Asamblea por los ovejunos.
El primer síntoma de cómo está hecho el contubernio fue cuando el CAL con la mayoría verde, no dio paso al Juicio Político al vicepresidente a pesar de todas las evidencias que se presentaron. Se confabularon disciplinadamente manteniendo una posición de mentiras sin que aparezca el menor sonrojo en sus expresiones.
La entrega de Carlos Pareja Yannuzzelli sin condicionamiento alguno y solo esperanzado en llegar a un acuerdo con la fiscalía, no termina de convencer a nadie. Se dice que se están realizando negociaciones entre su abogado y el fiscal que no pueden ser reveladas, haciendo que se especule sobre un tongo.
Los miles de millones invertidos en la repotenciación de la refinería de Esmeraldas, aviva en todo ecuatoriano una gran sensación de ira y frustración ante el latrocinio cometido con los recursos del pueblo. Frustración ante tanta corrupción sin que se visualice sanción alguna.
La solicitud de la Fiscalía a la Asamblea para la formulación de cargos en contra del vicepresidente; las denuncias de exjueces que dicen tener pruebas que revelarían las presiones de funcionarios de la Judicatura y de la Fiscalía para emitir determinados fallos; el evidente divorcio entre Lenin y Glas; las falencias que van saliendo en las millonarias obras del correismo; los levantes en los fondos para la reconstrucción por los daños del terremoto,etc, mantienen a los ecuatorianos atosigados y sobresaltados ante tanta corrupción.
Parecería que el tener distraídos a los ecuatorianos con temas de corrupción que no llegaran a nada, es una estrategia que les puede estar funcionando a los ovejunos, asesorados desde Bélgica por su máximo líder. Esperemos que los 100 días de gobierno hagan que Lenin se desmarque y se enrumbe al país.
Seamos francos, sería posible para Moreno demostrar que el no sabía nada o, como dice el líder del desparpajo sin ningún sonrojo,» tendría que ser cómplice también». Yo creo que Moreno siempre supo más ,mucho más de lo que reconoce y , si hoy se hace el sorprendido,es tan solo una política de descargarla en los otros y el,tan campante..