El país ha sentido tranquilidad durante los 100 días del gobierno de Lenín. Durante una década tuvo que soportar estoicamente los insultos, agresiones y peroratas del ex presidente Correa. El ambiente se percibe diferente.
Los ecuatorianos que no votaron por el candidato de Alianza País, pensaban que se daría una continuación de la llamada revolución ciudadana. Que las directrices que dejaba Correa se cumplirían a raja tabla. Se equivocaron de cabo a rabo.
Las expectativas que despertaron los primeros 100 días se han cumplido parcialmente. El llamado al diálogo y la cirugía para erradicar o combatir la corrupción han sido factores que han hecho que Lenín tenga un alto índice de aceptación. Un estilo diferente de gobernar.
Los diálogos con los distintos sectores han sido positivos. Las mesas de diálogos donde se generen propuestas para el manejo económico, laboral y social, son bien recibidas por la ciudadanía. Veremos los resultados en los próximos días.
El combate a la corrupción le significo un distanciamiento con los verdes Flex, incluido el Vicepresidente. Le falta destapar totalmente la olla de grillos. Para lo cual el Fiscal General se convierte en una pieza fundamental, tiene que definir su conducta ambigua, si esta con su anterior jefe o en favor de una justicia imparcial.
La justicia en este país hace años que está secuestrada y en entredicho. Correa dijo muy claramente que metería las manos en la justicia y lo ejecuto a la perfección; para lograr el objetivo puso en el Consejo de la Judicatura a un incondicional suyo que hoy niega la sumisión y el cumplimiento de órdenes a través de correos electrónicos y sabatinas.
El sistema judicial debe ser sujeto a una reorganización inmediata. Un país donde la justicia depende del Ejecutivo y se destituye a jueces que son objeto de persecución si no aceptan las disposiciones, debe ser uno de los planes del gobierno de Moreno y por último tema de Consulta al pueblo.
La baja calificación es en lo económico. Falta reducir el gasto en el sector público. Dictar medidas que generen confianza y derogar leyes que atentan el desarrollo.
Llamar a Consulta para eliminar Organismos innecesarios y desmontar la estructura Correista. Como el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, organismo mediante el cual el expresidente controlaba todas las entidades de regulación. Abolir la reelección indefinida. Derogar la Ley de Plusvalía. La ley de Comunicación y todas aquellas que atenten contra la libertad de las personas. Es urgente para enrumbar al país.
EL apoyo ciudadano es fundamental para el gobierno.