Desde 1830 en nuestro país ha existido la separación de las tres funciones del Estado: Legislativa, Ejecutiva y Judicial. Esta separación es uno de los fundamentos de la estructura democrática y republicana. Si cada una de ellas actúa correctamente la situación general seria buena, cosa que no se alcanzará si se descompensan o incumplen con sus obligaciones.
Lamentablemente, en los últimos diez años la función Legislativa se convirtió “en una verdadera dictadura plural”, con todos los agravantes existentes donde sólo se legislaban temas que eran aprobados por la Presidencia de la República
Con la elección de los nuevos asambleístas, los ecuatorianos aspirábamos a un cambio de rumbo en la función legislativa, sin embargo hasta este momento la mayoría legislativa ha impedido iniciar el juicio político al Vicepresidente de la República, o cualquier intento de fiscalización al gobierno anterior, peor aún, reformar leyes mal hechas que dejó el correísmo como la ley de Educación Superior que tantos abusos trajo contra la autonomía universitaria, a esto se suma que se oponían también a un pronunciamiento de la Asamblea sobre la violación de los Derechos Humanos en Venezuela o al rechazo a Corea del Norte por las amenazas con armas nucleares.
Los “licurgos criollos” no deben de olvidar que se encuentran en el Congreso cumpliendo un mandato que les concedió el pueblo que es su mandante y, por lo mismo, no deben irse en contra de la voluntad de quienes representan.
La Función Legislativa tiene un enorme reto con el país, si lo cumple con gallardía, contribuirá a combatir la corrupción y el inmediatismo, será la defensora de la democracia, y el centro donde se elabore la nueva legislación del Ecuador.
Si cumplen con su deber, restablecerán la credibilidad en el parlamento y la democracia asegurándose la vida para las próximas generaciones.
Estos asambleistas creen que se los eligió para que vayan a tapar la alcantarilla de las ratas de la 35, no dan paso a la fiscalización, no dan paso al enjuiciamiento de los corruptos que estan identificados, para ellos no hay elementos suficientes para involucrarlos en ningún acto de los que ya están embarrado, señores sinverguenzas, se los eligió para combatir la corrupción no para que protejan a pillos, si nó van a cumplir con el soberano, retíresen o renuncien ya mucho daño han hecho al País.