21 noviembre, 2024

Choques y cambios de civilizaciones

“La verdadera civilización es aquella en la que todo el mundo da a todos los demás todos los derechos que reclama para sí mismos.” Robert Green Ingersoll

 

“La civilización está permanentemente amenazada por la desintegración debido a la hostilidad primaria del hombre”. Sigmund Freud

Este amplio tema tiene muchas lecturas y campos de análisis y reflexión por ello, en forma resumida, trataré de reflexionar como los choques internos y externos así como los cambios internos afectan a cada país y sus habitantes y en la suma, con sus enormes diferencias, a la humanidad en su conjunto como a nuestro planeta.

Comencemos reflexionando como los choques de intereses por la revolución de las nuevas tecnologías, energías no contaminantes y la robotización genera conflictos en países como Estados Unidos, donde miles de trabajadores de la industria y procesos del carbón y los de la industria automotriz, han perdido sus trabajos y no se resignan a los cambios con protestas que políticos, como Trump, manipulan para sus intereses, a sabiendas de que son cambios irreversibles.

Es pretender volver atrás en el tiempo, es como revertir la revolución industrial, que cambió la civilización basada en la agricultura y la mano de obra por máquinas.

Hoy cambiamos el uso de nuevas energías menos contaminantes, así como, con robots más eficientes en calidad de trabajo, tiempo y costos.

Esta breve reflexión, como ejemplo, se multiplica en una enorme lista de cambios que crea enormes conflictos y choques en todos los países, entre países, entre religiones, entre intereses económicos y políticos.

Una de las asignaturas pendientes son los derechos, libertades, desarrollo y dignidad de la mujer.

El choque de civilizaciones entre occidente, donde reconocen aunque no en modo y en profundidad la igualdad entre hombres y mujeres ante la ley, con las civilizaciones orientales, africanas y del Medio Oriente islámicas, hindúes y tantas otras, crean un enorme conflicto y choque entre estas civilizaciones que se necesitan mutuamente, pero que no se dan tregua entre ellas, pues es un choque frontal entre el presente y el futuro, en occidente y entre un “pasado-presente”, con un futuro insostenible en muchos países por la fuerza de una irrenunciable realidad; la dignidad y valorización de la mujer y sus libertades.

Pretender vivir en Europa y Estados Unidos, entre otros países, con normas del islam, es inadmisible; así como ciertos países islámicos no permiten a los occidentales vivir en sus territorios con sus leyes y costumbres.

El choque será inevitable, se está dando, cuando y como se intensificará y cuánto durará, no lo podemos anticipar.

Los europeos, por citar un ejemplo, no deben permitir ni aceptar en sus territorios a ningún creyente del islam si no renuncia y suscribe que acepta las normas de no matar a los no creyentes, a respetar las leyes del país de acogida, a no vivir en políticas y acciones de cualquier tipo que apoyen, encubran y protejan al terrorismo islámico.

De no hacerlo, no solo sufrirán las sanciones de las leyes de cada país, serán además deportados todos los miembros de su familia y perderán, si la tienen, la nacionalidad del país que los acogió.

Igual sanción si los emigrantes ya son nacionales del país europeo, no pueden votar en las elecciones de su país de origen. Así se frenan las ambiciones de Erdogan, Presidente de Turquía y otros, que pretenden no solo controlar sus países sino además influenciar a los de acogida de sus ciudadanos.

Loa choques y cambios continuarán hasta que se logre los acuerdos y transformaciones que igualen los derechos humanos fundamentales, las libertades y la igualdad de la mujer entre otros a nivel mundial. Esto afectará a muchas religiones que no pueden seguir manteniendo normas y creencias de cientos de años atrás.

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