Con la independencia de Guayaquil a partir de 1820, se pensaba que tendría el despegue económico que todo ciudadano esperaba y con la Gran Colombia, después de 1822. En la edición del 26 de Mayo de 1821 del periódico El Patriota de Guayaquil, se publicó un artículo titulado Memoria sobre el comercio y agricultura de esta provincia, allí se comentaba: “Si tres siglos de ignorancia,monopolio,trabas y prohibiciones, no hubieran atado nuestras manos;nuestra opulencia habría llegado al más alto grado, y esta provincia, señora sel Pacífico, no tendría un palmo de tierra sin un habitante, ni un vecino sin finca ni caudales…dentro de breves años la calavérica provincia de Guayaquil, despreciada y deprimida por los gobernantes españoles, será como una joven robusta,hermosa y rica, cuyos hijos a la sombra del árbol de la Independencia, serán virtuosos y felices porque serán industriosos y libres”
El columnista se refiere a que con la libertad se tendría competencia, los empresarios estarían libres de trabas burocráticas, los habitantes serían educados y trabajadores y todos tendrían oportunidad de mejorar el nivel de vida y ser ricos.