La tan espera intervención del presidente Moreno en donde anunciaría las medidas económicas que se implementarían en el país con el fin de paliar la debacle económica en que lo dejó la década corrupta, terminó siendo un gran fiasco para los involucrados en las mesas de diálogo.
Han transcurrido algunos días y aún no se logra entender en gran parte las medidas que expuso el presidente en la cadena, a pesar de que en una rueda de prensa los involucrados en su implementación trataron de explicar las razones de las mismas.
El gobierno busca desesperadamente recursos para financiar su presupuesto. No ha encontrado mejor solución que volver a castigar al sector privado y con ello indirectamente al pueblo a pesar de la reiteración de que no hay paquetazo.
El incremento del arancel de 375 ítem aún es una incógnita. Las partidas arancelarias no han sido difundidas y lo único que se conoce es que no afectará a productos de consumo masivo y materias primas. Se aumentará a lo máximo que permite la OMC.
La Dirección General del Servicio Nacional de Aduana, ha descubierto que en la década ganada el país estaba sumido en el contrabando y en la defraudación, por lo que se decidió grabar las importaciones con una tasa aduanera de 10 centavos de dólar por unidad, kilo, litro o metro cuadrado. Aún no está claro como la aplicaran.
Toda tasa conlleva la contraprestación de un servicio, por lo tanto, habría que preguntarse: ¿El combate al contrabando es un servicio a los importadores?
Las medidas a implementarse en la parte aduanera, vienen a reemplazar a las salvaguardias que se impusieron en el año 2014 y que concluyeron en junio del 2017, por lo que los precios de los productos subirán y terminará afectando el bolsillo de los ecuatorianos. Se sostiene que no es así, pero no logran explicar cómo.
A las grandes empresas se les incrementa el impuesto a la renta del 22 al 25% y a las personas naturales que perciban un salario mayor a US$3,000.00 se les cobrará el impuesto sobre el décimo tercero. Todo a la larga repercute en el pueblo.
Las declaraciones del Director de la Senae el día de ayer, son amenazantes al punto de que parecería que se establecerá un régimen de terror y persecución a los importadores con la excusa del combate al contrabando.
De nada han servido las propuestas que se consensuaron en la mesa de diálogo. Los discursos de los Ministros de Industrias y de Comercio Exterior no han tenido el eco que se esperaba. Las medidas se han preparado en los ministerios que manejan la economía del país y que están en manos de exfuncionarios de Correa
En definitiva, nada nuevo. Las medidas tienen el mismo sesgo que en el Correato y, el presidente Moreno reduce su popularidad a puertas de la Consulta.
La dictadura no se reduce a una persona, esa es solo la cabeza visible y esta puede cambiar sin que afecte la dirección aunque si el método._ Te controlo aunque no te pego y eso te hace feliz_.
Excelente comentario Capucho. Tengo fe en que después del rotundo SI a las 7 preguntas de la Consulta, las cosas cambien para bien del país. ¿El combate al contrabando, es un servicio? (hasta ahí), considero que sí, como parte de una política de seguridad del Estado. Pero, siendo los mayores beneficiarios los Importadores, asumen su costo, por ahora. La medida tiene que ser temporal, por ejemplo, un año, no más. El Estado deberá desgravar, estos incrementos, en la medida que den sus resultados deseados y mantener el control de las aduanas y también la degravación de las partidas arancelarias afectadas. Saludos. Pincho.