21 noviembre, 2024

Las declaraciones del embajador de Argentina

El embajador de Argentina en Ecuador Luis Alfredo Juez, ha emitido comentarios sobre los ecuatorianos refiriéndose a nuestro país “como mugrientos y que él no quiere agarrar esos malos hábitos”, al respecto es necesario realizar las siguientes reflexiones:

Los Embajadores son aquellos funcionarios designados por el Jefe del Estado para representar a su país frente a un gobierno extranjero. Asimismo, además de las obligaciones de carácter diplomático también se encuentran obligaciones de carácter moral lo que podríamos denominar ética diplomática.

En la diplomacia como todas las demás profesiones encontramos su propia ética o normas de conducta que necesariamente no se encuentran en los libros textos de Derecho Internacional o Derecho Diplomático, sino que son el resultado de la visión de los profesionales que la han desarrollado a lo largo de los años sobre la manera más digna, respetable y moralmente más satisfactoria para sus respectivas profesiones. Por lo tanto la autoridad moral es la cualidad más necesaria de un Embajador.

Asimismo, los Embajadores tienen privilegios e inmunidades, establecidas en la Convención de Viena, donde encontramos que gozarán de inviolabilidad y no podrán ser objeto de detención ni arresto. Los locales de las embajadas son inviolables, como lo son también los archivos y documentos, de la correspondencia, de los medios de transporte y de los bienes de la misión. La inviolabilidad del local de la embajada es la base para el asilo diplomático.

Por otro lado, adquieren compromisos que deben de cumplir de acuerdo con
el Derecho Diplomático, siendo los más importantes respetar las leyes y reglamentos del Estado donde se desempeñan. No pueden intervenir en los asuntos internos del país receptor, ni ejercer actividades profesionales o comerciales en beneficio personal, peor aún referirse en sentido peyorativo a la población del país donde ejerce su cargo

Además, la conducta del Embajador y de los miembros del Servicio Exterior debe de ser mucho más cuidadosa y prolija y por supuesto ética, que la de cualquier otro funcionario público o privado ya que el status especial que gozan podría inducirlos a cometer excesos y una serie de actos de corrupción al estar amparados por sus privilegios.

Es que precisamente una de las mayores obligaciones morales que tiene un Embajador es cuidar el buen nombre de su país que él lleva consigo como el cuerpo lleva a su sombra.

En el caso penoso que comentamos la Cancillería ecuatoriana debió pedir la retirada del embajador argentino y declararlo persona non grata, lamentablemente no actuó así y solo pidió su cambio, sin embargo el Ministerio de Relaciones Exteriores Argentino inexplicablemente no acepto.

Por los motivos expuestos, esperamos que en el gobierno de Lenin Moreno, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador tenga como finalidad hacer respetar a los ecuatorianos y se dirijan las relaciones internacionales en beneficio de los más altos intereses nacionales

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