El servicio militar históricamente constituía una contribución obligatoria a la defensa nacional; en nuestro país, el 3 de abril de 1837, el Congreso expidió la Ley sobre Conscripción del Ejército, el Art.1, establecía que “Todo ecuatoriano desde la edad de veinte a veinticinco años cumplidos será alistado para el servicio de las armas”. En toda la vida republicana de nuestro país, el servicio militar ha sido obligatorio. Las obligaciones militares para todos los ciudadanos varones comenzaba a los 18 años con la calificación, luego de 1 año de conscripción pasaban a pertenecer a las Fuerzas Armadas permanentes, con licencia sin sueldo durante 5 años y por último, a las reservas hasta cumplir los 55 años de edad.
En el Ecuador cada año existen alrededor de 120 mil ciudadanos en edad de servicio militar, de los cuales sólo eran reclutados entre el 17 y 21%; es decir entre 20 y 25 mil. De acuerdo a la Constitución vigente, el servicio militar es voluntario. Los ciudadanos, normalmente de los estratos más pobres, acuden al acuartelamiento, unos por vocación, con la aspiración de seguir la carrera militar y otros como una alternativa a la falta de trabajo.
Rafael Correa, como era su costumbre, en una de las sabatinas dijo que tenía la “percepción” de que el servicio militar en nuestro país “era tremendamente ineficiente” y señalaba que “tal vez para eso no se necesita un año, sino 2 ó 3 meses y entrenamiento permanente”. Javier Ponce cuando era Ministro de Defensa, señaló: “mi idea es ampliar a dos años o tres la conscripción voluntaria”; de estas declaraciones podríamos “percibir” que ni uno ni otro sabían de que hablaban; en todo caso, Correa decidió que el servicio militar se limite a 6 meses y que de 16.000 conscriptos que se reclutaban, se reduzca a 10 mil.
Durante el año de conscripción, el ciudadano no sólo recibía entrenamiento militar para que pudiera enfrentarse a los rigores del combate, sino que recibía una formación integral, se le inculcaba el amor a la patria y valores cívicos; hábitos de higiene, de disciplina, de responsabilidad; además, aprendía un oficio. Estos ciudadanos al cumplir su deber con la patria, salían del cuartel con otra visión, sintiéndose más útiles para emprender nuevos desafios en su vida.
Estos jóvenes bien formados podrían ser incorporados a las aduanas, para guardias forestales, bomberos, etc. y no como pretendía el anterior gobierno, debilitar a las Fuerzas Armadas, para que militares en servicio activo se incorporen a estos menesteres.
Mi reflexión es que todos los jóvenes ecuatorianos, hombres y mujeres, tienen una obligación para con su patria; ¿por qué sólo los médicos deben cumplir con 1 año de medicinal rural?; se debería extender esta obligación a todos los profesionales para que puedan ejercer su profesión; abogados, ingenieros, arquitectos, economistas, antropólogos, veterinarios, etc. Es decir cumplir con un servicio cívico obligatorio. Un tema para el analisis del Presidente Lenin Moreno y de los asambleístas.
“Un servicio cívico obligatorio”, todo suena bien hasta que nos pisan el callo. También los periodistas?
Muy buen escrito y ávidas sugerencias. Saludos. Ab. SCC.
Correción: VÁLIDAS. DISCULPAS. GRACIAS.
Hay que copiar los buenos ejemplos, en EEUU, los presidentes, ministros de defensa y otros altos rangos del gobierno son gente que sirvieron al estado, veteranos de guerra o enrrolados en sus filas cumpliendo con la patria, en Ecuador cualquier mamarracho es nombrado Ministro y lo peor de Defensa, cuando ni siquiera conoce un fusil.