El Ecuador se ha convertido , en el país de las multas, multotas y multitas. Los organismos públicos están convencidos de la eficacia y de la eficiencia de este sistema para imponer, no siempre, sus “acertadas” decisiones.
La ATM y la CTE, en materia de tránsito, deciden, de la noche a la mañana, porque les da la regalada gana, cambiar el sentido de los calles, dar preferencia al transporte pesado masivo, frente al transporte liviano, generalmente particular. Salvo los taxis ejecutivos y los buses, que hacen lo que les da la regalada gana.
El resto, los de cuello y corbata, somos los que pagamos las consecuencias y sostenemos a estas costosas entidades públicas de tránsito, cuyos miembros -de las calles-, son “mirones técnicos”, la mayor parte de los casos.
Entre entidades de tránsito, mantienen distintos criterios, la de Guayaquil, llena los carriles de tucos de cemento, para enclaustrar a los livianos. En las calles aledañas al Colegio Vicente Rocafuerte, (Esmeraldas, Los Ríos, Tulcán y Carchi), son un caos y hay que dar un montón de vueltas para llegar al sitio que queremos.
La CTE, en cambio se vale de los tanquecitos rojos, las galletas y los conos para eliminar carriles, estrechan las vías y hacen irrespetar los semáforos. Los peatones tienen que agruparse en ciertos sectores de la Av. Samborondón para poder cruzar esta amplia vía. Han logrado “tecnificar el caos”, confundirnos y demorarnos a todos.
Del Coliseo de Deportes hasta el Norte de Samborondón (La Parrilla del Ñato) me tomó dos horas recorrer esta distancia, amen del consumo de gasolina y el recalentamiento del vehículo, luchando contra los apuraditos y los avispaditos que creen que tienen la preferencia y son ellos los únicos que tienen urgencia de llegar a su destino. Por todas partes de la ciudad se vive el mismo drama. No veo la solución a corto, mediano o largo plazo.. Nuestros nietos tendrán que trasladarse en helicópteros.
El IESS, MM del Trabajo, la Supercom, la Superintendencia de Control de Mercado, las Superintendencias de Cias. y de Bancos, no se quedan atras. Los mensajes masivos por celular y otros medio de información masiva, nos “avisan”, pero en el fondo nos amenazan por cuanto, si no pagamos las obligaciones a tiempo, nos aplican la Coactiva. Mecanismo ilegal o inconstitucional de cobrar las cuentas que los privados le adeudan al estado y al sector público.
El Juicio ejecutivo es un mecanismo de cobranza ágil, que aplica, generalmente el Comercio a sus clientes, mecanismo judicial procesal, similar a lo que para el sector público es la coactiva.
El único ente que tenía esta facultad era el B.C.E., en este Banco de Bancos, se manejaban los créditos externos -del Banco Mundial, de la Junta Monetaria Internacional, de los Exhin Banks- y otros organismos unilaterales y multilaterales de crédito; provenientes del exterior que se canalizaban a través de la Banca Privada, y del Banco Nacional de Fomento. Los Bancos privados les endosaban los pagarés vencidos de vuelta al Central, y éste recuperaba los créditos a través de ejercer la acción coactiva.
Hoy, esta facultad la tienen la mayoría de las entidades públicas. Se esta prestando este mecanismo de cobranza, al abuso. Se llaman “Juzgados de Coactiva”, pero, no dependen de la Función Judicial, ni forman parte de aquella, ponen medidas cautelares, retienen los dineros en las ctas. ctes. o de ahorro, no te notifican a tu verdadero domicilio o te notifican masivamente por la prensa, alegando los artículos de las leyes pertinentes procesales, por cuanto no “localizan” el domicilio, del o de los deudores.
Te prohiben salir del país y le comunican a todos los bancos del país, a través de la SIB, de tu situación de “mora”, con lo cual, pierdes el crédito que gozabas y la buena fama de pagador de tus deudas. No te queda más, que caer en manos de Chulqueros, para sobrevivir, pero también para morir, si no les pagan sus exagerados e impagables intereses mensuales.
El Presidente Lenin Moreno, tan pronto asumio el poder reconoció públicamente que el país está en CRISIS. “No hay tal mesa servida” …estamos en CRISIS, contrariando a su antecesor en el poder:
Propongo que el Presidente de la República, dicte un Dcto. Ejecutivo que suspenda el ejercicio de la acción coactiva, que gozan las autoridades públicas del Ecuador, salvo la Banca del Estado, excepto BanEcuador (ex B.N.F), para darle un respiro al agricultor, al industrial, al artesano y al comerciante y previo análisis de su situación financiera y las causas de su situación de no pago, les conceda créditos nuevos controlando que tales dineros se destinen para la finalidad expresada en la solicitud de credito del interesado.
No es esta la única medida que debe aplicarse para reactivar la economía privada ecuatoriana, pero, ese análisis es más técnico y sobre todo de practicismo micro y macroeconómico. Lo que sí puede adelantarles es que, el Plan Económico actual, harto mutilado por los Asambleístas, tiene sentido fiscalista, requiere más ingresos para el fisco, dejando a la empresa privada la peor parte; más cargas tributarias a sus transacciones nacionales e internacionales.
Pero, en realidad de verdad, la peor parte, la llevaremos los consumidores, los compradores y el pueblo, y si bien es cierto que se han hecho ciertas rectificaciones y excepciones para ciertos sectores productivos, el panorama aún es incierto, no hay confianza, y sin confianza, sobre los reglas del juego económico, no habrá despegue.
Los inversionistas no vendrán o se marcharán a otros países en busca de mejores oportunidades. El capital no tiene fronteras y se radicará en otras latitudes.
Sin inversión extranjera o nacional, no habrá disminución de la mano de obra desocupada. El desempleo es el caldo de cultivo, que optara, o por unirse al narcotráfico y/o optar por la delincuencia, por cuanto además, las leyes punitivas y de procedimiento penal, se volvieron más contemplativas y negociables, quedándose las víctimas (entre los que se encuentra inclusive el propio Estado), en la indefensión y en la impunidad.
No, creo que eso queramos los ecuatorianos para nuestro país y para nuestros hijos y nietos. Este sistema hueco y carcomido, tiene que cambiar.
La consulta popular ya convocada, para Febrero 4 del 2.018, es un buen comienzo.
Votemos por el Si, en todos las preguntas, por ahora, no hay otro camino. No es la panacea, pero, si no apoyamos al Presidente Lenin Moreno, le atamos las manos. Les recuerdo que ya perdió sus dos piernas, solo, el Héroe Niño”, siguió luchando en el Pichincha, con la espada en la boca, pero, “murió gloriosamente, aun cuando sigue viviendo en nuestros corazones”.
“It’s now or never” como decia una cancion de mi época de colegial, que animaba a los indecisos, a expresarle su amor a la susodicha, que moriría de angustia sino se le declaraba el susodicho, esa noche.
Lo primero, es lo primero, lo demás vendrá por añadidura.
Es una barbaridad, este país se convierete en el país mantenido por las multas, hasta cuando nosotros los choferes tenemos que subsidiar a tanta gente pipona que no hacen nada en los cargos, el gobierno se esmera en tirar a las calles a policias que no hacen otra cosa que ir tras las motos, pasolas pidiendo documentos y unos llevandose los aparatos por no estar al día en minimos detalles, otros llenandose los bolsillos por las coimas, hasta cuando el gobierno gradúa a tantos enteleridos que en vez de andar cazando a los choferes no dictan cursos de ley de transito , de seguridad vial, y tantas otras cosas que se necesitan, cada vez que hay un accidente enseguida se inventan otra multa, aprendan de EEUU, tambien hay accidentes y los actores no son apresados se les da una cita para que comparezcan ante los organismos de ley y arreglen en derecho las faltas, aquí estos desgenerqados enseguida se llevan preso al actor o al odendido y hasta los vehículos sin importar que están cumpliendo con un trabajo o llevando a sus familias, tantos bobos que llegan a la ANT solo a buscar réditos económicos pero no presentan alternativas para mejorar esta debacle, basta, tenemos que poner punto final a este abuso, los choferes somos padres de familia y lo poco que ganamos no es para mantener al gobierno ni a los familiares de policías.